[8]

2.6K 263 12
                                    

La puerta se cerró, Rubén volteó a mirar a Miguel. Estaba harto.

—¿Que estás haciendo? — comenzó el chico de gafas.

—No se de qué hablas.

—Te la pasas muy cerca de Jackie, la tomas de la mano, y se miran...— suspiró.

—Podría decir lo mismo — Miguel lo miró confundido — de Nathalie — finalizó.

Ninguno de los dos quería pelear, no querían terminar gritándose, pero así mismo, los dos querían soltarlo todo.

—No empieces — dijo Miguel.

—¿Que no empiece? ¿Cuando te he dicho algo por tu cercanía con ella?

—¡No es lo mismo! ¿Crees que no vi tus mensajes con ella por "su noche"? — Miguel hizo comillas con sus dedos

—¡¿Y tú crees que no los vi abrazados en esa fiesta?!

—¡Solo fui caballeroso!

—¡Caballeroso mis cojones! ¡Vi como se acercaban!

—¡Joder Rubén! ¿Enserio crees que te dejaría por ella?

—Si — dijo él, firme.

El intento de calmarlo todo, se fue a la mierda.

—¡Yo nunca te he dicho nada cuando te vas con esa... — intentó decir Miguel.

—¡Cállate!

Miguel pasó sus manos por su cabello, molesto.

—Vete a la mierda, Doblas — se fue sin más al cuarto.

Miguel solo se refería a un simple insulto, pero su chico lo tomó como un "Terminamos".

Rubén salió de casa, dirigiéndose a "su bar". Triste, tomó varios tragos, pensando en esas 2 personas.

Jackie o Miguel ¿enserio tenía que decidir?

El tiempo se le pasó volando luego de tomarse todas las copas que pudo. Salió tambaleándose del bar y se dirigió a el primer lugar que se le cruzó por la mente.

Acudió a la casa de la chica, tocó varias veces la puerta y ella atendió, como siempre. Ya no le sorprendía encontrar a su mejor amigo en su puerta, en la madrugada. Pero esta vez no se esperaba nada de lo que iba a pasar.

Ella no logró articular palabra alguna, Rubén ya estaba encima de ella, besándola. Jackie siguió su juego, o al menos eso quería aparentar, ella sabía que simplemente no podía resistirse. Sin separar sus labios caminaron un poco y Rubén cerró la puerta detrás de el. Los besos del chico bajaron al cuello de Jackie, dejando chupones.

—¿Que... qué haces? — logró decir, su respiración era agitada y sus manos estaban enredadas en los cabellos de Rubén.

El castaño colocó sus manos en la cintura de la chica y la junto a él, apretándola a su pecho.

—¡Ru...rubén! — estaba realmente sorprendida.

Pero solo quería dejarse llevar.

—Eso me encanta — dijo Rubén.

Ella subió sus piernas a la cintura de Rubén y él la cargo llevándola a la habitación. Se acostaron sin dejar de besarse, entre ese juego de cuerpos, la chica pasó arriba. Se separaron por falta de aire y Rubén soltó un suspiro. Olía a cerveza.

Entonces ella se dio cuenta.
Estaba borracho.
Se levanto de golpe y el la miró extrañado.

—No puedo hacer esto — intentó regular su respiración.

—¿Por qué?

—¡Joder, Rubén! ¡Tienes novio!

—Termine con Miguel — soltó el.

—¿Entonces soy tu segunda opción?

—¡No, joder, no!. Jackie, por alguna razón ya no me siento igual cuando estoy con él. Ya no me emociono cuando vuelve de las compras, o ya no me invaden las ganas de besarlo cuando lo veo dormido — el chico se sinceró—, ahora es contigo.

—Oye yo... — intentó decir, siendo interrumpida de nuevo.

—Contigo me siento seguro, me siento bien. Creo que ya no quiero a Miguel, y él tampoco me quiere mucho a mi — dejó caer una fina lágrima.

Ella se acercó corriendo a abrazarlo, se hundió en sus brazos y se quedaron dormidos.

вιѕєχυαℓ  ;  яυвéη ∂σвℓαѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora