30/11/16

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Miércoles 30/11.
Últimamente me he sentido apagada, no me llevé ninguna materia y mis compañeros se despidieron de manera dulce. Pero aún así no me he sentido bien.
Me siento abandonada, rodeada de mis errores y abrazada por la soledad. Los cortes se volvieron más profundos, mis letras de odio hacia mí misma se volvieron mayúsculas, los dibujos tiernos y alegres se volvieron turbios y deprimidos.
Así es, he vuelto a caer.
Han pasado, cosas buenas como malas, pero núnca me acuerdo de las buenas.
Mi familia me ignora, siempre quise contarles sobre mi día, lo hago, pero no me prestan atención. Y luego se quejan de que no hablo de mis problemas.

Aún me siento culpable de que mis padres se separen, realmente tuve que advertirle, tuve que decirle “mamá, estás haciendo mal. Nos vas a destruir. Te vas a destruir, por favor, pará. No lo hagas por mí, ni por papá, ni por mis hermanos. Hacelo por VOS, no te arruines de ésta manera. ¿Ya no lo amas como antes? Divorciate. Pero por favor, no le sigas poniendo los cuernos”.

La persona que me gusta es un hipócrita, y la persona de la cual estoy enamorada ni me mira. La que sí me amaba la abandoné. Me merezco que no me quieran. Soy una imbécil.

Nuevamente se metieron con mi físico, no me sorprende, ¿quién sería amable con una chica gorda y fea? La sociedad, no. La familia, menos.

El lunes (29/11/16) yo le respondí mal a mi padre. Le dije lo que pienso, le dije que estoy harta de que me insulte y que me amenace. Su respuesta fue “Yo siempre te trato bien”. En esas palabras pasaron miles de recuerdos donde se metía conmigo. Pero bueno, no soy la única que lo tiene harta. Mis hermanos y madre también.

Hablemos de mi hermana. Ella es una chica bonita, flaca, amable, algo enojona y de buen carácter. Ella tiene amigos y un novio algo estúpido. Todo lo malo le pasa a ella, pero aún así es fuerte y se aguanta cualquier tontería mía. Yo sería su sirvienta, me controla. Pero la amo, así que no me importa.
No, no es ese tipo de amor. La amo, pero no estoy enamorada de ella. Es que, es lo mejor que tengo, apesar de que siempre me diga fea.

Mi hermano es ya un adulto, pero sigue viviendo con sus padres -y conmigo-, él casi nunca está en casa, por eso no puedo decir mucho de él. Eso sí, de lo poco que está, es divertido y carismático conmigo. Aunque siempre me diga gorda.
Mi mamá... Bueno, ya no sé que decir. No la quiero, pero tampoco la odio. Ella es buena y mala, siempre está -y estará- en un punto intermedio.

Papá... Va, “papá”. Lo odio, no recuerdo una puta vez que me haya tratado bien. Solo hoy me felicitó por una cosa que dije  “no me gustan las bromas que tienen que ver con el físico”. Lo acompañé con un “aunque yo, sin pensar, soy de burlar a la gente por ser gorda o flaca, fea o linda. También por su forma de vestir”.
Sí, hago lo que me hacen. Pero juro que bto quiero hacerlo, odio lastimar a la gente... No lo soporto.

Hoy, también, tomé un poco de bebida alcohólica, la mitad de la botella. Me sentí mareada, pero no estaba en pedo/borracha. Aproveché que estaba algo... “inconsciente” y decidí cortarme. Dolió más que cuando estoy limpia. Pero aún así me gustó.

Siempre que veo sus “en línea” me pongo a pensar con quién hablará. Por eso reviso rápidamente los contactos que tengo -mis compañeros-. Siempre la veo a ella, a la chica bonita, tímida, con voz de ángel, de buen físico e inteligente. Joder, lo contrario a mí, yo soy un puto desastre.

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