El reencuentro

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Jack se desperto antes que el reloj sonara su alarma. Al abrir sus ojos con dificultad y resfregandoselos para limpiarlos, noto que eran las ocho de la noche. Se puso de pie con desgano y cansado aun, era la primera vez que conciliaba un sueño tan profundo, que ni siquiera soño, y parecio que solo pasaron unos segundos mientras dormia. Ni siquiera se habia sacado sus zapatillas cuando se acosto, asi que se puso de pie, desperezandose y estirando los brazos con dificultad. Mientras caminaba hacia la salida de la habitacion vio una mochila, de color marron claro y un poco maltratada, sobre un sillon oscuro que habia en una esquina. Jack se acerco y se dio cuenta que en su bolsillo aun guardaba aquel cilindro metalico en el bolsillo de su pantalon, y que al dormir con aquello alli, se habia acalambrado un poco la zona de la pierna donde apoyaba.

-Bueno, si no puedo volver al orfanato y tampoco tengo donde quedarme, sera de utilidad- penso y saco a continuacion el cilindro de su bolsillo. Antes de meterlo en la mochila lo examino con mas cuidado, y como sospechaba, era claramente el mango de algun objeto. En la punta habia un pequeño adorno con la forma de un arbol, y terminaba en el otro extremo con una bola tambien de metal. En ese momento comenzo a recapitular todo lo que habia sucedido en ese dia. La huida del orfanato, el encuentro extraño con... con su madre...-Oh cierto, ya lo habia olvidado- volvio a pensar, aunque esta vez en voz alta.

Sus pensamientos se detuvieron cuando escucho, y sintio, el rugir de su estomago, señalando obviamente que el almuerzo que esperaba del señor Flogdred nunca haba llegado. Dejo de mirar el mango y lo metio dentro de la mochila. Luego, se la puso en su hombro derecho, y salio de la habitacion.

-Debe de haber algo para que pueda cocinar en la cocina- dijo para si mismo.

Cuando entro a la cocina, recordo todo el mensaje dejado en aquel extraño aparato que parecia un parlante, pero claramente no lo era. Recien en ese momento cayo en cuenta de que habia presenciado un holograma, algo que solo habia visto en las peliculas. Obviamente era posible que aquello existiera, despues de todo era el año 2016, pero no veia posible como ese artefacto tan novedoso estuviese en el establecimiento de un viejo cocinero. Aparto rapidamente esos pensamientos de su cabeza al escuchar rugir su estomago una vez mas y se puso en marcha para buscar comida. Encontro, a duras penas, un paquete de tostadas en una de las alacenas sobre el lavamanos, y un poco de dulce en la heladera junto a la cocina. Salio de la habitacion, se sento en una de las tantas mesas, ya que ahora no entraba nada de resplandor mas que las luces de la calle, y comio todo el paquete con gran velocidad, levantandose solamente a buscar un poco de agua para no atragantarse.

-Uff y ahi va mi regalo de cumpleaños- dijo y inmediatamente se miro el collar que aun estaba suspendido en su cuello. Recordo a Emily, y otra vez el nudo volvio al estomago, haciendo que de su cabeza desaparezca el pensamiento de buscar comida. Mirando el reloj del cafe, y viendo que eran las ocho y veinte minutos, se puso la mochila al hombro nuevamente, y mirando la direccion del pub Heaven's Door, recordo que en sus tantas caminatas, habia pasado varias veces por alli, y no era muy lejos de alli.

-De seguro llego antes de la hora, pero que mas da- penso con monotonia. Ese dia habia resultado cansador y fatal. Sin mas retraso, salio por la puerta de entrada al local y se encamino al dichoso pub.

Al salir al exterior, se dio cuenta lo iluminada que era la ciudad de noche. Nunca habia estado fuera del orfanato en ese horario. Los edificios irradiaban luces de las ventanas, donde se veian siluetas de personas en sus casas, con la comodidad de saber que nada inesperado les pasaria a ellos. Jack siguio caminando por las calles iluminadas tenuemente que contrastaban con las luces de edificaciones enormes como era la iglesia por la que paso junto. Al seguir caminando llego a un pequeño puente que separaba una zona de la ciudad de otra.

Jack mantuvo todo el camino hasta alli la mirada abajo, pensando que se encontraria en Heaven's Door, y como ni siquiera tenia que entrar alli, sino ir a un callejon a hablar con una desconocida que se hacia llamar su madre. Pero por puro azar levanto la vista y, con gran sorpresa, noto que un hombre lo miraba fijamente mientras se acercaba a su encuentro, a la vez que Jack caminaba hacia el. El hombre, de cabellos rubios algo alborotados, vestido con un traje celeste y corbata amarilla, con un maletin en la mano izquierda , lo miraba con sus ojos fijos en el, pero con una sonrisa calida y tranquilizadora, casi como un viejo amigo de la infancia. Jack comenzaba a ponerse nervioso; despues de lo que paso en ese dia, no era nada confortante que una persona lo mirara fijamente tal y como lo hacia ese hombre. Su cuerpo comenzo a sudar, y a la vez que miraba hacia ambos lados, apuro el paso para que todo pasara mas rapido, queria ya que se cruzaran entre si y terminara ya ese momento tan tenso. Ellos se encontraban a pocos centimetros, y Jack se dijo para si mismo que nada pasaria, pero entonces el hombre lo detuvo y le hablo.

Jack Blake y la Joya del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora