Intocable

CAPITULO 4

Pov. Zoé

Desperté sintiendo una leve pesadez en mi cuerpo y una molestia en mi pecho; como punsadas de dolor leve a los que no tome mucha importancia, debía ser por el cansancio de la noche anterior por la fiesta que se hizo en mi honor, termino muy tarde asistieron todo tipo de personas famosas y adineradas.

Mi nombre es Zoé Montgomery, tengo 21 años de edad recién cumplidos, mi padre Johnson Montgomery una de las personas más poderosas del mundo, generoso, amable, bondadoso, de un intelecto superior, recto, justo, en resumen una persona perfecta ante los ojos de todos, pero la realidad es otra.

Mi vida según muchos es un sueño hecho realidad al ser la hija de unos padres tan respetados y con tanto poder, pero no, solo soy una simple prisionera del status social que puede desmembrarte al más mínimo error o acto ilícito sancionado respectivamente ante sus propias normas.

Todos los días debo aparentar tener una felicidad y dicha de ser hija de los señores Montgomery.

Mi oscuro pasado solo se resume en ser un títere entre sus manos para cumplir sus propositos, la misión de la familia, seguir con la descendencia la cual debe permanecer pura.

El error de los que se hacen llamar mis padres, un error que la sociedad y la familia lo da como un acto de lo más atroz, ese oscuro secreto que tienen por hecho llevárselo a la tumba, ese pecaminoso secreto que envuelve toda mi vida.
Ese secreto es el cual me condena por el resto de mis días. No soy la hija biológica de mis padres.

Descubrí todas las mentiras que envolvían mi vida a los 9 años. Desde que tengo memoria era feliz, creí en todas las palabras que me decían ellos pensando que eran mi misma sangre, que eran mi familia, siempre me cumplían mis deseos sin dejar de lado mi estricta educación que me imponían pero al ser una genio innato también poseía la madurez suficiente para saber que los estudios eran una parte importante de mi vida.

Ellos siempre me decían que si quería ser alguien en la vida debía obtener todo tipo de conocimientos que me ayudarían a llegar a la sima de mi superación y autorrealización como persona.
Que si me esforzaba iba a lograr grandes cosas, todas esas palabras tienen sentido y significado, me sentía amada de muchas maneras pensando que todo lo que hacían era por mi bienestar, nunca me falto nada, siempre tenía su atención aunque estuvieran ocupados.

Sentía su amor o trataba de engañarme pensando que lo tenía aunque sea un poco, pero no, todo era una vil mentira que hasta ellos querían creer.
Les mintieron al mundo haciéndoles creer que éramos una familia perfecta, me lo hicieron ceer y ellos se lo creyeron.

Creyeron que con darme lo que parecía una necesidad para mí me iban a tener comiendo de la palma de su mano, quizas si lo hubieran logrado de no ser por aquel día en el que me abrieron los ojos.

Era de noche, a esas horas debería estar durmiendo pero no podía hacerlo, baje a la cocina por un vaso de leche para que me ayudara a conciliar el sueño, no iba a molestar a las sirvientas o mayordomos por algo que podía hacer por mí misma, cuando regresaba nuevamente a mi habitació a intentar dormir, pase cerca por los pasillos que conducían al despacho de mis padres, escuche voces provenientes de esa dirección; al principio quise ignorarlo ya que algunas veces mis padres trabajaban juntos hasta muy tarde y quizas esa noche no sería la excepción de no ser porque escuche sollozos que identifique como los de mi madre.

Pensé que quizás algo malo había ocurrido ya que casi nunca los veía deprimidos a ninguno de los dos, es mas siempre paraban sonrientes y felices.
Me acerque con pasos lentos pero precisos sin ocacionar ruido que me delatara, el pasillo estaba totalmente oscuro pero me las ingenie para llegar detrás de la puerta del despacho y en definitiva no estaba equivocada, escuchaba como mi madre lloraba y a mi padre como la consolaba.