Holy Land Of A Millenium War.

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Finalmente.


Él había ganado.


Omega perdió contra él.

La copia.

La copia lo venció.

Aún no sé cómo, pero lo hizo.

Logró derrotar al gran Reploid carmesí, aquel que en su momento fue el más grandioso de los Mavericks Hunters.

Ahora estaba tendido en el sucio y frío suelo. Superado por el sueño eterno. Sus rubios mechones descansaban en el suelo del lugar, su armadura rojiza tinta estaba resquebrajada casi por completo, sus ojos azules estaban cerrados sin expresión alguna. Sin preocupaciones. Sin miedos. Sin mí.

Su cuerpo fallaba --al igual que el mío-- trayendo con sigo la imagen de su armadura de hace varios años atrás. Me trae millones de recuerdos. Recuerdos viejos los cuales creí haber olvidado hace mucho. Recuerdos de hace un millón de años. Recuerdos que hubiera preferido olvidar. Dejarlos como estaban. Para evitar dolor, pena, angustia y nostalgia.

Poco a poco comienzan a apoderarse de mi mente.

Recuerdo esa vez que me salvaste de Vile. Bueno. Según recuerdo fueron dos ocaciones. Justo después de limpiar la carretera principal por mi cuenta.
También cuando encontramos la fortaleza de Sigma, él estuvo por atacarme otra vez, pero tú me pediste que aguardara, te encerró y estuvo a punto de acabarme pero saliste de tu encierro y lo eliminaste. Y te sacrificaste por mí, un estúpido Reploid que no tenía ni la más mínima idea de cómo pelear, qué hacer, cuál era el real enemigo. Sólo tú me lo enseñaste, sólo tú me dijiste qué hacer. Únicamente tú fuiste mi compañía durante esos momentos difíciles. Y yo jamás te dije gracias.

Recuerdo esa vez en la que esos Mavericks llegaron diciendo que te tenían, que era posible recuperarte. Corrí lo más que pude para tenerte una vez más y no dejarte ir. Lo hice.
También recuerdo esa vez en la que me salvaste de tu copia. Justo antes de que este me atacara, llegaste y de un sólo disparo lo eliminaste para que no me hiciera daño. Me abriste paso derrotar a Sigma y hacerlo pagar por todo el dolor provocado hacia ambos. Y yo jamás te lo agradecí.

Entre estas memorias llega la de Doopler. Ese momento que Mac estaba por llevarme frente a Sigma, pero gracias a ti eso no ocurrió. Me liberaste con tu sable y acabaste con Mac de la misma forma. Luego de un rato me volviste a salvar de Sigma, estaba a punto de poseerme en su forma de virus Maverick, sin embargo, llegaste y con tu sable lo eliminaste y me salvaste. Todavía recuerdo ese momento que creí que nadie me salvaría de esta y estaría perdido por un virus, creía que perdería esta batalla, pero tú me recordaste que siempre habrá una salida, una oportunidad. Nunca te lo pude agradecer.

En el cuarto alzamiento Maverick yo no te pude seguir, nos separamos para acabar el problema lo antes posible, tú eras el líder de los Hunters y estabas más ocupado que yo. Sin embargo en mi regreso me asaltó esa pregunta, esa pregunta que me sigue, ese  momento que no me deja descansar: "Zero, si me volviera Maverick ¿Te encargarías de mi?"
Jamás me diste una respuesta real, pero, al final sí lo hiciste, te encargaste de mi. Y nunca te dije gracias.

A mi mente viene ese recuerdo de esos momentos que odié en su tiempo. Cuando el virus Sigma atacó la tierra entera. Pero eso no era lo peor. Recuerdo cuando el disparo falló y tuvimos que recurrir al cohete. No había un sólo Reploid en la base que pudiera pilotear el cohete. Tú eras el único que sabía y podía. Recuerdo que yo no quería que te fueras, me enfadé contigo y no quería ni dirigirte la mirada y por más que me intentaran calmar nadie pudo, excepto tú. Únicamente tú supiste calmarme, aclarar mis dudas, hacerme sentir a salvo. No quería quedarme sin ti, sin un compañero, sin un mentor, sin un hermano. El sentimiento de que no regresarías era tan fuerte y no quería aceptarlo como una realidad, sólo te quería a mi lado para siempre. Pero tú mirada se volvió cálida --aún no sé cómo-- y tus brazos se volvieron una protección para mi. No duró mucho. Te tuviste que ir a cumplir tu misión. Gracias al destino regresaste a la base, pero esa fue la última vez que volverías a la base. Pedí que me acompañaras en la misión, Signas aceptó debido a mi respuesta ante el virus Maverick. Dijiste que nos separáramos, Sigma me encontró y una vez que lo había acabado --no entiendo cómo-- te llevó con él. Te asesinó. Pero aún así, me salvaste. Le diste un último disparo y te fuiste. Y no te volví a ver para decirte "gracias".

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