Cuando conoces a alguien quien te vuela la cabeza.
Solo por el placer de adueñarse de vos.
Amo saludarlo poder posar aunque sea unos segundos mis labios en su piel.
Sentir como vibran de emociones.
Poder en ese instante oler su perfume.
Ese el que lleva desde que nacio.
Poder mirarlo a los ojos y ver mas alla de este mundo.
Escucharlo hablar y sentir aquella tranquilidad que anhelaba desde ya hace tanto.
Mi estomago se contrae en un simple nudo.
Me quedo sin aire y empiezo a temblar.
¿como es posible que sucedan tantas cosas en un segundo?
Me volo la cabeza.
Los dias para mi eran horas que pasaban lentas pero al final de la semana eran como viento.
Lo unico que recuerdo de esos dias era su nombre.
Se ve que el volaba con el viento.
Producia en mi adrenalina.
Esa adrenalina que dura por horas que se convierten dias y como el viento pasa se convertia en semanas.
Empezaba a notar como cambiaba.
Como entraba al juego.
Me perdia entre sus ojos.
¿que hago yo?
Intentaba acercarme pero mientras mas lo hacia el mas se alejaba.
Le gustaba jugar.
No me puedo quejar era ese juego en el cual reto a la vida.
Uno en el cual te perdias entre sus bosques estabas muerto.
El no es un ladron es un asesino.
No se jugar.
No con sus reglas.
Naci rebelde siempre pegada a la vida.
Esa donde llenas el tanque y arrancas por la ruta hasta donde llegue.
Me acuerdo cuando me dijieron que el me hacia vivir.
