Alex

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Ginger
Después de cenar cada quién se fue a su casa, está vez no tenía ganas de dormir con Cameron así que le pedí me dejara sola. Ya ha pasado una semana desde que vi al tal Alex y aún sigo pensando en por qué me veía tan insistente.
Mi nuevo jefe aún no ha venido a visitarme para hacer oficial mi traslado, probablemente se ha arrepentido. Alissa ha estado demasiado extraña en estos días, ya le he pregunta qué es lo qué le pasa pero no quiere decirme, espero que no sea acerca de lo que pasó con la noticia de la familia de Bruce.
El teléfono de mi oficina suena sacandome de mis pensamientos - Dime Alissa - no habla por un instante así que vuelvo a preguntar - ¿Dime que pasa Aliss? - por fin habla - Tú nuevo jefe está aquí - le tiembla la voz, haciendo un poco más raro el asunto - Está bien, dile que pase - espero a que la puerta se abra, arreglo un poco mi escritorio para no tener una mala primera impresión - Buenas tardes - levanto el rostro para verlo directo a los ojos. Cuando entra no puedo creer lo que estoy viendo de nuevo, esos ojos, la voz, su forma de dirigirse a mi, sin duda es el.

Alex
Una semana antes
Cuando llegué al aeropuerto de España con está gran señora a mi lado, lo primero que pensé fue »el trabajo« tenía que llegar a tiempo pues en ese lugar me esperaban y yo espero poder dar con ella.
Mi madre ha aceptado quedarse en un hotel por un días, en lo que consigo un lugar para quedarnos definitivamente, ella dice que tiene algo importante que hacer y yo dejó que arreglé sus asuntos mientras que yo arreglo los míos.
Encargamos la maletas con personal que es de confianza para mi madre, mientras que yo me dirijo a la empresa donde solicitan mi presencia. Cuando llegó entró por la parte trasera, no me gustaría alardear con mi presencia a nadie, a lo lejos veo a una mujer de cabello rizado color negro, está hablando con una joven de cabello castaño y unos ojos hermosos, también está hablando con un joven de gran altura, sin duda son ellos. Veo a Ana dirigirse hacia mi, ella es la mujer que por el momento trabaja y es jefa de Ginger, la persona con quién quiero trabajar hombro con hombro - Hola querido, que bueno que llegas, la junta está apuntó de empezar - camino junto a ella para dirigirnos a la sala de juntas - Gracias por ese recibimiento, espero no exista ningún problema porque me lleve a una de tus editoras - ríe un poco - Tranquilo, no creas que te llevas a lo mejor de mi empresa, ella entró hace cinco años, así que no me es indispensable, no se porque la elegiste a ella - ahora soy yo quién ríe - Bueno, ella me interesa, desde el día en que escuche su nombre me interesó, creo que conmigo podrá trabajar mejor - tiene una mirada incredula y yo también la tendría, pero confío en ella.

...

Ha pasado más de una hora y ella no ha llegado, Ana recibió un mensaje de que Ginger tuvo un asunto personal que atender, así que estoy atorado en una junta donde no figuro. Cuando termina me dirijo a la oficina de Ginger, afortunadamente no hay nadie cerca, dejó la nota en el escritorio de su asistente
"Por favor dile a tú jefa que después pasare a su oficina para que sea oficial su traslado"
Preferí no dejar remitente, ella sabrá de quién es la nota, me dirijo a la salida cuando de nuevo las veo a ambas mujeres conversar sobre algo, Ginger está alterada, así que decido irme antes de que algo más pase.
He hecho una reservación en un gran lugar, quiero invitar a salir a una mujer que conocí hace poco. Cuando llegó al lugar ella aún no está, tomo asiento para esperarla, a los cinco minutos recibo un mensaje, revisó mi celular y ya tengo dos llamadas perdidas de mi madre y un mensaje de la mujer a quién he invitado, lo abro y me dice que no podrá llegar, antes de que me levanté para irme veo entrar a Ginger con dos hombres, uno a cada lado, sin duda puedo saber quienes son ellos, me quedó sentado observando a Ginger y su compañía, es una hermosa mujer sin duda alguna, ella ha notado mi presencia, se levanta de su lugar y se dirige hacia donde estoy.
Ella no puede verme aún, me levanto de mi lugar y me dirijo hacia la entrada, escucho su voz gritandome - ¡Oye! - grita - ¡Oye tú! - grita de nuevo, está vez decido detenerme, me acomodó la bufanda para que sólo pueda ver mis ojos - ¿Quién eres?, te vi, me observabas y me recuerdas a alguien, disculpa - cierro mis ojos por un instante, ella no debe saber nada de mi - No, disculpa tú, fue inconsciente, mi nombre es... - no se sí decir mi nombre o no, pienso antes de decirle algo - Oye no, creo que estoy siendo muy indiscreta - sonrio y por fin digo - Mi nombre es Alex - giro antes de que ella me reconozca o quiera seguir hablando conmigo, no puedo, no hoy.

...

Ha pasado una semana desde el día en que la vi, no he querido ir donde su trabajo, no se que reacción tenga, debo pensarlo bien antes de decirle que yo seré su nuevo jefe y explicar todo. Mi madre está cocinando, dice que no hay nada mejor que una comida casera y tiene razón, voy a la cocina para ver lo que está preparando - Madre mía, que cocinas - sonríe ante lo que acabó de decir - Hijo, me encanta cuando me llamas madre, estoy haciendo tú comida favorita ¿pero qué no tu ibas a ir a ver a tú nueva editora? - sonrio de medio lado, me encanta la memoria que tiene - Madre, quiero pensarlo bien antes de volver a verla - me voltea a ver dejando de lado lo que estaba haciendo - Hijo, sí sigues pensándolo tanto nunca podrás tener una nueva editora - tomo una fruta y le doy un beso en la mejilla - Tienes razón, iré ahora mismo, no tardó - mi madre sonrió cuando me vio tan decidido, por eso quiero a esa mujer.
Trate de llegar lo más rápido posible a las oficinas donde trabaja Ginger, me apresure para llegar hasta su lugar, la asistente está atenta en algo cuando levanta la mirada se sorprende un poco, le pido que me anuncie con su jefa y ella lo hace, la voz le tiembla un poco, creo que ella sabe quién soy. Cuando me dice que puedo entrar le doy las gracias, entró a la oficina y Ginger me ve sorprendida, llevó la misma bufanda con la que me vio la primera vez.
Hoy estoy apuntó de revelarme ante ella, por fin sabrá quién soy.

Sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora