Ironies of death

Tu ironía

Eres una caminante más entre el gentío, pero te diferenciabas de ellos por tu color el cual era de un negro, y ellos iban de gris, también caminabas bajo una ventisca, que no tenía nada que ver con la estación actual. Tus pasos son como los de un zombi y es que, hasta las ganas de mover tus articulaciones se te perdieron.

Te encontrabas en una especie de trance, te habías drogado y te encontrabas en una alucinación.

Deseas que pase eso.

Pero yo, lo vi todo.

Porque en cuanto te dijeron la noticia, miraste la pared de concreto y en tu cara se formó la confusión porque, ¿Qué demonios haces en esos momentos? Pues, ella era la experta en llanto ¿o no? Observas bien pero la trágica verdad no encajaba.

Ella había fallecido.

Estaba conduciendo, cuando otro auto la atravesó, al parecer se encontraba alcoholizada. Pudiste visualizarla. Con ambos ojos verdes llorando con frustración, buscando algo que la arranque de su tristeza, de sus noches en vela. La ves con una mano en el volante y la otra golpeándolo con el compás de su soliloquio "por qué mierda por qué", seguramente con el estéreo prendido, ella escucharía "with you", pero esa no era su balada, no se la merecía, mas bien era "right here", ella era fría, por mil razones que pudiese elegir, pero ella no eligio ninguna, perdono a todos y a todas. Sabias que su cabeza era un caos y eso la mato, no fue el camión, fue ella misma.

Pero igualmente, la maldita se fue, con su cabello rojo flameante, se fue. Sin dejarte ningún legado, promesa, siquiera una enseñanza, sólo te dejo con pesimismo con respecto a ella, sólo se largó con las llaves del auto y sin despedirse.

En cuanto divisisas tu destino y te sientas en ese banco de cemento en medio del parque, repleto de esencias de personas jamas vistas por ti o tal vez por nadie.

Ves fijamente la fuente en la que jugabas con ella de pequeñas.

La sientes cerca de ti, el otoño resalta sus ojos delinneados de negro, mirando con añoranza hacia el mismo recuerdo y un pésimo intento de sonrisa asoma por su pecosa cara. Y un párrafo escapa de sus labios, susurrando.

"yo era feliz" y de repente te preguntas quién es la protagonista en esa esena.

Ella, por morir

O tú, por vivir.

Es la ironía de la vida.