Capítulo 39

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Carolyn daba largos a lo ancho de la piscina olímpica del centro, una de las pocas ventajas que le ofrecieron a cambio de "ayudar" a David con su rescate. Casi dos meses habían pasado y lo único que sabía de Claudius era que su cabeza ya tenía precio, la agencia en Rusia fue desmantelada, la información llegó justo a donde quería, pues los samphir se cobraron el favor estupendamente. Una tragedia terrible que sacudió a la nación, o eso es lo que decían los encabezados de los diarios.

Técnicamente, ahora era libre. Si no fuera por la intervención de David, todo sería más o menos normal y ambos estarían disfrutando de su semi-libertad. Por lo menos se quitarían un pequeño peso de encima. Hace dos días hicieron la primera misión de reconocimiento y no fue tan malo como pudo llegar a ser, incluso les sirvieron té helado cuando despertaron.

Apreció la silueta de alguien fuera de la piscina, salió de esta y cuando vio los caros zapatos de piel frente a ella, no podía ser otro más que Adam. Se puso de pie casi por impulso, alzándose a todo lo que daba su altura.

—¿Se te ofrece algo? — le preguntó hosca, haciéndole saber que su presencia no era grata.

Adam, a pesar de ser su más reciente contratista y enemigo, seguía siendo un hombre de treinta y un años hecho y derecho ¿Cómo lo sabía? Simple, revisó los registros de los nombres importantes de esta agencia, la cual, ni siquiera existe. Nada nuevo. Antes de responderle, la mirada de Adam vagó rápidamente por la anatomía de la morena, esta rodó los ojos, si, un simple mortal.

—Necesitamos hablar. — Carolyn enarcó una ceja, si oyera esa frase en otro contexto diferente se preocuparía, pero tratándose de Adam... no podría ser tan malo.

—Adelante. — caminó, indicándole tácitamente que debía seguirla si deseaba continuar con la conversación.

Tomo un esponjoso albornoz del perchero para secarse. Adam solo seguía observándole, se incomodaría si él ya no estuviera lo suficientemente incomodo por los dos.

—Lamento que todo haya ocurrido de esta manera. — expresó sin titubeos el hombre frente a ella, ni siquiera se movía de su lugar. — tú... si nos hubiésemos conocido en otra realidad, nada de esto estaría pasando.

—Es una lástima que la vida sea una perra, Adam. — dijo Carolyn con total honestidad. — Ya que estamos vertiendo nuestros sentimientos, déjame decirte algo. — se acercó a este sin vacilar, solo fueron unos segundos los que le bastaron para llegar hasta donde estaba. — Hace meses, si te hubieran apuntado con un arma en la sien no hubiese dudado en ceder, — la mirada de sorpresa en el rostro de Adam le dijo que no se esperaba esa confesión, y eso que aún no oía la mejor parte de todo. — ahora... probablemente yo sostendría esa arma y no flaquearía ni un segundo entre tu vida y la de alguien más.

Y lo beso, solo porque podía hacerlo. Incluso era fácil notar que Adam no se lo esperó en ningún momento, a pesar de eso no interrumpió el beso; hasta después de unos momentos Carolyn puso fin a esa acción.

—De haber tenido a alguien con quien extorsionarme, habrías sido tú.

Carolyn se alejó con paso seguro tras esa última confesión, esperando que Adam fuera inteligente y dejara de compadecerse a sí mismo. Con algo de suerte captaría que las cosas no suceden por que sí, siempre hay una persona que oprime el botón rojo para que sucedan.

Y muchas veces ni siquiera existe un tercero que lo haga por ti.


—¿Qué conseguiste, Romeo? — preguntó Allison sin dejar de golpear al sacó de boxeo.

—Nada. — respondió ocultando su estado anímico. Se aflojo la corbata del costoso traje hecho a la medida, justo en ese momento se sentía ahogado. — ¿Noticias de Claudius? — preguntó para distraer a su compañera antes de que dijera cualquier cosa.

—Ninguna. — dijo está mirándole fijamente.

Siempre supo que Allison era una mujer atractiva, incluso en el pasado fueron algo más que compañeros de trabajo, pero no había comparación con la bonita morena rusa de hace unos momentos.

—¿Por qué me miras así? — preguntó Adam cruzándose de brazos.

—Hemos sido compañeros por años — dijo está encogiéndose de hombros. — Tienes más de treinta años y nunca te he visto tan... atolondrado.

—¿Atolondrado? — Adam enarcó una ceja sarcásticamente por la respuesta de la rubia.

—Te tiene cogido hasta el fondo. — bien, eso fue más claro. — Una chica de veintidós años te atrapó y ni siquiera lo intentó, ella va a consumirte Adam. — aunque era una clara advertencia ese último comentario, Adam prefirió pasar de el. — No dudará en presionar el gatillo si tuviera un arma con ella, y ambos sabemos a quién estaría dirigida. Es peligrosa.

—No tienes de que preocuparte, Allison. — aseguró Adam totalmente serio, recordando las palabras que Carolyn le dijo hace apenas unos minutos. — Ella dejará de ser un problema dentro de poco.

—¿Por qué? — preguntó Allison sorprendida por el repentino cambio de actitud de su compañero.

—Carece de sentido que ella y David estén aquí. — explicó Adam. — Dejaremos que se vayan.

—¿Irse?

—Sabemos lo necesario. — dijo Adam negándose a dar más explicaciones. — Nos vemos en quince para la reunión.

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I feel so happy... si, muy feliz ¿por qué? Bueno, hoy abrí mi cuenta y ¡Sorpresa! Resultó que "Agentes del Destino" es 3er lugar en la categoría de Ciencia Ficción en los Premios "Nuestras Estrellas Perdidas" (NEP), organizados por Editorial CieloDeEstrellas. Me quedé... wowowowowoowoow o algo así :O

En fin,  a Carolyn si le gusta esto ;) espero que les guste el capítulo, ya se viene el final... así que, ni yo se como vaya a terminar. 

P.D. La canción en multimedia me recuerda un montón a Carolyn, sobre todo en este capítulo ;) 

Agentes del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora