¿Y Tu Cuerpo?

#14

Como acordamos llegué a ese lugar
Con un suéter de mangas largas en color vino, un gorro del mismo color, un pantalón de mezclilla y unos tenis blancos.

Estuve en una banca unos minutos cuando ella llegó, la noté rara, quizá totalmente nerviosa y vestía de negro los pantalones, el suéter y un moño en el cabello con unos botines café.

Me platicó de todo, sobre su tratamiento y esas horribles tardes en el hospital. Se me partía el arma de escucharla, con su tierna voz ahora un poco desgastada.

Decía cosas que nunca hubiera querido escuchar esas frases de aquel libro que tanto le gustó, la primera vez que hablamos y de cómo nos conocimos. Ella recordaba todo.

Maya: Sabi, sabes cuánto te quiero ¿verdad? Y se que si me voy no me vas a olvidar ¿verdad?

Sabine: Por supuesto que es verdad, pero no me gusta oírte así. Eso aún no pasará no te dejare ir.

Maya: Me asustaba que te pusieras así pero creo que debo decírtelo -rió tosiendo- hoy seré libre. Ya no más tratamiento ni sufrimiento. Promete que pensarás en mí.

Dicho esto se levantó de la banca, se puso a mitad de la calle y dijo:
Te amo

Un auto pasó y cumplió su último sueño. Corrí la abrace y sólo pude decir:

Adiós, te prometo no te olvidaré.

Fin