¿Sabes cuándo te das cuenta que estas al límite? Cuando un día, por una estupidez, te vienen las lágrimas a los ojos. Cuando una palabra o un gesto insignificante te afectan profundamente. Cuando te das cuenta de que cualquier cosa que haces, se va al carajo...
No significa ser frágil o débil, sino haber soportado muchas cosas, demasiado tiempo.