Xavier era un niño de 8 años muy alegre y estudioso.
Un día mientras jugaba a la pelota observa a unos metros de el a una chica de su misma edad.
Cuando de pronto ve a tres niños de su clase que le querían quitar el dulce a la chica llamada Celia.
En eso rencor y valentía sentí en mi corazón. Les dije que la dejaran, me observaron con odio y me golpearon.
En medio del llanto y la lluvia Celia se acercó al mi, y me dio su dulce. Me sentí más alegre y aliviado.
