Capítulo 1

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Me encuentro, acostada sobre una cama de césped bajo un sol radiante sabatino, sintiendo como cae en mi rostro, con la sensación de calor en mi piel, recorriendo todo mi cuerpo, mientras mis dedos pasan acariciando suavemente el césped, sintiendo la suave y puntiaguda textura de este, rozando la piel de mis dedos, mientras que mi otra mano se mantiene en reposo sobre mi cabello suave, cayendo en una especie de trance, mientras el viento se encarga de pasar por mi rostro y mi piel, el sonido de este se posa en mis oídos. Oigo una suave voz femenina, sacándome rápidamente de mi trance, giro mi cabeza y me doy cuenta que es mi madre, se encuentra parada justamente a mi lado.

— Cariño, ya es hora de comer, levántate que tu hermano te espera en la mesa.

Observo a mi madre, en toda su altura, ella es de contextura delgada, su cabello largo y liso de color rubio cenizo, con unos ojos grandes como gemas azul celeste.

Me levanto de el césped con cansancio, sacudo un poco la tierra de mi parte trasera, camino a paso lento hasta llegar a la mesa de madera ya un poco desgastada, donde se encuentra sentado mi hermano Josh, con su mirada serena posada en mi, sosteniendo una sonrisa burlona en su rostro. Mi hermano mayor, tiene 20 años de edad, es alto, tiene sus bien trabajados músculos en su cuerpo resaltando en su ropa, su cabello es liso y castaño claro, tiene unos ojos color azul similares a los míos.

Paso por su lado derecho, posando mi brazo sobre sus hombros y alborotando un poco su cabello.

— ¡Hey, Hermanita! — Exclama un poco molesto, mientras aprieta mi mano posada sobre su cabello y quitándola de el - Mejor siéntate que mi estomago no para de rugir, y hasta tendré que comerte.

Suelto una carcajada y me siento a su lado.

— Tu siempre con un hambre feroz — Exclamo, rodando los ojos.

Annie, nuestra madre, llega con los platos llenos de comida y los coloca en la mesa, frente a nosotros. Josh toma los dos platos y los coloca delante de él. Lo miro frunciendo el ceño y tomo mi plato, el me mira con su sonrisa burlona y soltando una carcajada.

— Si no tienes hambre puedes dármelo — Dice Josh mirándome como si fuera obvio.

Lo miro levantando una ceja, luego me centro en el plato de comida frente a mí, tomo el tenedor y comienzo a comer. 

Nuestra madre se sienta junto a nosotros, comiendo en silencio, como casi siempre pasa cuando esta ella, pero por primera vez, es la que comienza a hablar.

— Bueno hija, ¿Cómo te ha ido en la escuela? — Pregunta con su sonrisa falsa y nerviosa.

— Bien, hasta ahora — Respondo con un tono de aburrimiento en mi voz y sin apartar mi mirada del plato.

Annie nunca está con nosotros, siempre se pasa todo su tiempo en el trabajo, desde que sale en la mañana hasta que llega tarde en la noche, trabaja como gerente de un banco, el banco más famoso del país, solo pasa con nosotros los fines de semana, días feriados y libres.

Suena el teléfono de mi madre, nosotros la miramos fijamente, ella nos regala esa sonrisa nerviosa para luego arrastrar su silla y levantarse de la mesa, Josh le toma la mano y le dice:

— Hoy no Mamá por favor — Le ruega mirándola a los ojos, en señal de súplica — Pasa con nosotros al menos este día.

Mi madre lo mira con nerviosismo y le dice:

— Querido, tengo que atender, puede ser el jefe o algún empleado necesitado, lo siento, sigan comiendo — sacude su mano quitándole la importancia, suelta el agarre de mi hermano y camina en busca de su teléfono móvil.

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