Capítulo 3

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Sigo repitiendo las preguntas, escarbando en mi cerebro alguna respuesta para ellas, pero nuevamente su hermoso rostro inunda mi mente y me nubla los pensamientos. ¿Qué hacía ahí mirándome? ¿Estaría Persiguiéndome? Pero como me estaba persiguiendo si solo lo acabo de ver, fue solo una coincidencia.... eso creo...

Siento que una mano me golpea suavemente el hombro, despierto de la nube de pensamientos, me volteo, es una señora enojada, me exclama de forma grosera:

— Muévase señorita, es su turno — dice extendiendo su brazo señalando a la cajera.

Logro recuperar el habla y respondo en voz baja: 

— Lo siento, estaba... — digo casi en susurro — lo siento.

Enderezco mis hombros tratando de recuperar mi postura, apresuro mis pasos hacia la taquilla y compro los tres boletos para la película, mientras la cajera hace las operaciones en el computador, aprovecho de mirar de reojo hacia donde estaba aquel chico de hermosos ojos azules, pero no está, me volteo y lo busco con la mirada pero no logro encontrarlo.

— Señorita.... — Dice la cajera de forma aburrida — ¡Hey, Señorita! — Vuelve a llamar.

Me volteo rápidamente para encontrarme con la cajera, un poco molesta y estresada.

— ¿Ah?... ¿C- Como? — Logro decir con un hilo de voz.

Me tiende el brazo con los tres boletos en la mano:

— Sus boletos, y el cambio — Me da el dinero y recibo ambas cosas en mi mano, le doy las gracias y me volteo para seguir caminando hacia la entrada del cine.

Busco con la mirada a Alex y Taylor, los consigo caminando hacia la sala de espera, Alex con una bandeja donde se encuentran reposando sobre ella, las palomitas, los refrescos y dos chocolates. Corro hacia ellos, al llegar a la parte trasera de Taylor, me monto sobre su espalda, casi haciéndola caer, saltando luego al piso, suelto una larga carcajada, ambos voltean asombrados, Alex me regala una sonrisa divertida mientras que Taylor me mira rodando los ojos.

— Casi me matas del susto ¡Mujer! — Me dice Taylor mientras pasa su mano en su cabello rojo cobrizo, moviéndolo de posición a su lado izquierdo.

— ¡Ay! pobrecita... — Digo mientras le regalo una sonrisa socarrona.

— ¿Ya tienes los boletos? — Pregunta Taylor.

Miro a Alex y esta con los ojos rojos y llorosos, aun carcajeándose, casi tumbando la bandeja. Lo miro con una ceja levantada y una sonrisa nerviosa.

— ¿Y tú, de que te ríes?

Alex trata de calmar sus carcajadas, su pecho sube agitado, y logra cesar sus lágrimas. Inhala aire profundamente y comienza a hablar:

— Deberías haberte visto como saltaste sobre Taylor, parecías la propia fiera salvaje, tipo la tigresa del oriente, tomando a su presa — No aguanta más y suelta otra carcajada.

Lo miro despectivamente mientras que Taylor le palmea fuertemente en la cabeza.

Nos sentamos en las mesas de la sala de espera mientras llega la hora de entrar a la sala de cine. Alex y Taylor hablan sin parar entre los dos mientras que mi mente divaga con pensamientos sobre aquel chico, todavía no he podido sacarlo de mi cabeza, esa mirada tan penetrante, esos rasgos faciales tan perfectos, su cabello negro azabache tirando hacia varios lados, como si hubiera pasado sus dedos sobre este, de pronto sentí la necesidad de hacerlo yo misma, su sonrisa divertida que tanto me gustó, perfecto, completamente perfecto, jamás había visto un chico así, que llenara todas mis expectativas físicamente, pero... ¿Quién era él? me repito esa pregunta miles de veces, con la sensación de necesidad de saberlo.

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