-¿Te atraigo?- dije levantando una ceja, el sonrió.
-¿Te atraigo? – dijo el, sonreímos.
-Yo pregunte primero..- dije
-Pero yo no se la respuesta- dijo y se encogió de hombros, se acomodo mas sobre mi, su cuerpo no chocaba contra el mío, el estaba encima, pero apenas nuestros cuerpos se rozaban.
-Yo tampoco- dije también encogiéndome de hombros, luego el me miro serio, sabia que la conversación se volvía seria.
-Entonces, hare esta pregunta plural.. – me miro a los ojos serio, confundido, y con el ceño fruncido - ¿Por qué nos atraemos tanto?- luego yo también me había unido a esa conversación serio.
Hubo un momento de silencio, donde el me miraba serio y acariciaba mi mejilla con su pulgar, lo miraba confundida, seria y a la vez interrogativa, tal vez buscando alguna respuesta que fuera lógica a lo que... sentíamos... ¿Sentíamos algo por el otro? , ¿Había una clase de sentimiento que nos definiera?, ¿Por qué habían tantas preguntas y ninguno de los dos la podía responder... sin.. tener miedo? , Porque eso teníamos miedo, confusión, se sentía como la tención crecía y con ella el deseo de averiguar lo que pensaba el otro, y si los dos estábamos tan confusos de nuestros sentimientos hacia el otro o...... ¿Solo era yo, la que tenia esta confucion?.
-¿Qué sentimos? – salió de mi boca, me sorprendí de mi misma, ¿yo lo había preguntado?, ¿De donde había salido esa pregunta?.
Sus caricias cesaron y su mano acuno mi rostro, se acerco.
-¿Qué podríamos sentir? – dijo y nuestras narices se juntaron.
-No lo se..- dije confusa.
-¿Entonces porque lo preguntas?- dijo y me miro serio.
-Porque.. creo... Que algo pasa... no se que... pero ... hay algo- el sonrió y beso mi frente, cerré los ojos al sentir sus labios chocar contra mi piel, por primera uno de sus besos fuera de mis labios parecían re confortables.
Me miro nuevamente y sonrió, se acostó a mi lado, me gire para verlo, el me miraba serio poso su mano en mi mejilla, y la acaricio tiernamente, por alguna razón sentí como si estuviera tan confundido como yo, pero a la vez, parecía que cuando me miraba, no mirara a nadie mas.
-Abrázame..- susurro en mi oído., lo mire sorprendida.
-¿Qué?- dije como si estuviera desorientada.
-Necesito que me Abraces, es lo que quiero..... - puso sus manos en mi cintura y me acerco a el, puso su cabeza en mi cuello, yo en el suyo y sin darme cuenta, mis manso estaban al rededor se su torso, haciendo que nuestros cuerpos chocaran, sin lujuria, sin otro deseo, solo.. Necesidad, necesidad del otro..., por primera vez, los dos, nos deseábamos.. pero sin lujuria, si no nos deseábamos con cariño.- Tal vez..- dijo en mi oído- si hacemos lo que sentimos... descubramos lo que sentimos. ...-dijo y dejo escapar un suspiro en mi oído, haciendo que una electricidad me recorriera- ¿Qué quieres.. que deseas tu.. de mi?.
~De mi..~ lo quería a el... pero ¿Por qué?.
-Te quiero a ti – dije casi en un susurro, su cuerpo me apretó mas contra el.- Quiero..- deje escapar como el dijo.., lo que mi cuerpo decía , pero no me daba cuenta que mi cuerpo no lo pedía, era mi corazón – Quiero que nos quedemos así por siempre, como si nunca hubiera existido Juliet- lo apreté mas- Como si nunca hubiera existido Steven- en mi garganta se formo un nudo- Como si nunca nos hubiéramos vuelto hermanastros.
Sentía como en mi estomago se formaba un nudo, un nudo que quería ser desatado, pero no encontraba las palabras para decirlo.
Luego, me di cuenta que su respiración ya no estaba en mi cuello, estaba sobre mis labios, respirando entre cortada, y espesa, pesada, y tibia.
-Hagamos que por alguna vez desaparezcan... y solo estemos los dos- y fue cuando sus labios atraparon los míos.
Cerré mis ojos, el cerro los suyos, nos besamos, con necesidad, con miedo, con confusión, y si no era solo yo con una gota de sentimiento, un sentimiento que ninguno de los dos sabia reconocer.
Sus labios acoplaron los míos con suavidad, y fue como que mi cable de la realidad se desconectara, mis manos fueron a su cuello, sus manos a mi cintura, y nuestras bocas comenzaron un juego, un juego prohibido, que deseábamos los dos.
Sus labios mordían levemente mi labio inferior y superior, buscando tranquilidad, el beso era lento, cariñoso, delicado, raramente se sentía tan bien , que al fin y al cabo y un deseo me gobernó, un deseo que quería que todos los días fueran iguales.
Su cuerpo se acerco mas al mío, y sus labios se fueron moviendo a mi cuello, dejando un pequeño rastro de sus labios, llegando a mi clavícula, luego volvieron a capturar a los míos.
Su lengua dibujo mis labios, abriéndose paso en mi boca, y yo solo deje que me entregara todo, todo lo que el pudiera, quería todo de el, comenzó a besar mi oreja, mi mejilla, y mi cuello, fue cuando un pequeño gemido se apodero de mi y con el unas palabras.
-Te quiero........, Te quiero Andy- Yo había dicho eso, yo lo había dicho... Yo le dije a Andy que lo quería. Sus caricias cesaron y sus ojos se fueron a los míos y vi como en sus ojos atravesaba un hilo de esperanza, brillosos y felices.
Me beso con euforia, y esta vez con desesperación, yo entregue lo mismo, mi cuerpo se acoplo al suyo, y el del en el mío, abrazándonos mientras nos besábamos, desesperados, cada caricia , cada rose de nuestra piel, cada beso, era como si entregáramos cada parte de nosotros.
Sus labios se movían con desesperación, sobre los míos, y su lengua me exploraba, como si quisiera aprenderse de memoria el recorrido, se posos encima mío y comenzó a desabrochar la camisa, y yo comenzaba a sacarle la suya.
Luego la camisa de el y la mía, estaban botadas en el suelo arrugadas, comenzó a besar mi estomago, el comienzo de mi busto, haciendo que soltara pequeños gemidos.
Sus manso fueron a parar a mi brasier, y por encima de la pequeña tela, comenzó a acariciarlos, mientras sus labios me prestaban total atención a los míos.
-Dilo de nuevo , dilo, di que me quieres- dijo entre besos.- Dilo, necesito escucharlo, necesito escucharlo viniendo de tus labios.
-Te quiero, te quiero- dijo desesperada, me había vencido, mi orgullo estaba en el suelo, pisado y destrozado, dejándome vulnerable.
Gimió, no supe saber si fue de alegría, desesperación, fue por mis manos se apoderaron de su bóxer.
Me beso, una y otra vez, dejándome deseos de mas, estaba totalmente desesperada por sus caricias, por sus besos.
Por el.
Su boca choco contra mi oído, escuchando como gemía, haciendo que mi excitación se volviera mas grade, sentí como sus manos fueron a parar a mis caderas, acariciándolas, débilmente.
-Andy..- gemí, al sentir sus manos movilizarse debajo de mi sostén atrapando un pezón entre sus dedo.
El también, gimió.
-Te amo- y fue cuando todo se congelo.
Sus caricias cesaron y su respiraciones e contuvo, igual que la mía , nos miramos, pensé que fue idea mía, pero en sus ojos vi ....Miedo.
-¿Qué?- dije seca , su respiración volvió y era pesada, me miraba , sus labios semi abierta, haciéndome besarlo nuevamente.
-Nada..- dijo de inmediato.
-Si, lo dijiste, dijiste que ...- me interrumpió
-No dije nada- y se paro de mi, se puso su camisa y me miro – Creo que debo irme..
-Andy.. yo – trate de detenerlo pero el se giro y me miro.
-No digas nada, olvídalo... esto nunca sucedió, nunca... lo dije, solo... olvidalo.- dijo y camino a la puerta, la abrió y la cerro, luego el ya no estaba aquí.
Y fue cuando me di cuenta, cuando vi mi habitación vacía, cuando el ya no estaba aquí, cuando su calor se había esfumado del mío, cuando sus besos ya no estaban presentes, cuando su respiración ya no chocaba contra mi piel, cuando ya no sentía sus manos por mi cuerpo. Cuando el ya no estaba aquí.
Me di cuenta de lo que pasaba.
-Lo amo- susurre seca. Y Ahora me daba cuenta.
Me daba cuenta, de que lo necesitaba, lo quería, lo deseaba, lo quería a el.
Solo para mi.
-Mier*da- dije seca- Mier*da – dije y apreté la almohada con mi dedos., enterrando las uñas
-Mier*da! esto no es justo, yo no pedí enamorarme de ti – dije frustrada al ver que estaba enamorada de mi hermanastro.
-Yo... yo no pedí amarte.- dije mientras el nudo se formaba en mi garganta.
~Ahora entendía todo~
~Yo... yo lo amaba~
ESTÁS LEYENDO
Queridisimo Hermanastro (Andy Biersack)
Ficção AdolescenteEsta novela es ADAPTADA ~ El Corazon No Elije A Quien Amar~. La Frase que ______, supo comprender cuando se dio cuenta que su corazon solo latia por su Queridisimo Hermanastro , Andy, Andy Biersack, El Hombre que mas la hacia enfurecer, gritar, enoj...