Sam
Observaba la bella vista del avión, no se exactamente por que lo hacia, el ver que estaba en las alturas me provocaba inquietud, mis inseguridades aumentaban, pero la musica lograba relajarme... al menos un poco.
Cerré la ventana y me saque los auriculares al ver que la aeromoza me estaba llamando.
Elegí mi cena — a pesar de que no había variedad como para elegir — y me relaje mientras veía una película.
Los nervios me carcomían por dentro, faltaban horas para llegar a Londres, pero aun así lo disimulaba bastante bien.
¿Qué diria al llegar allí?, "Hola soy Samantha, tengo catorce años y soy tu hermana".
«Tranquila Samantha».
Mire el reloj del avion y ya era bastante tarde, el sueño comenzó a llegar, por lo que puse musica, acomode mi almohada y me dormí.
— Disculpe señorita — la dulce voz de la Aeromoza me despertó —. Hemos llegado a Londres.
Mire por la ventana y era cierto, estábamos aterrizando.
Me abroche el cinturón, me saque los auriculares y comencé a tranquilizarme, los aviones no me gustan nada.
[...]
Caminaba por el aeropuerto con mis valijas buscando alguna salida para poder tomar un taxi.
Al salir había unos cuantos taxis, decidí subirme a uno de ellos. El señor me ayudo con las valijas, las puso en el baúl, luego subí al auto, le pase la dirección que estaba en la hoja y fuimos allí.
Mientras observaba el bello paisaje de Londres escuchaba Sing Me To Sleep.
— Llegamos — dijo el señor bajando del auto.
Voltee mi vista y ahí estaba. Una enorme mansion color blanca, con una gran puerta de madera tallada y barnizada, un par de balcones y un pequeño jardín en la entrada.
Baje del taxi buscando mis valijas, le agradecí al señor para luego pagarle.
El auto se fue y yo aun estaba en la calle parada frente a la gran mansión.
Camine por el corto camino que te guiaba directo a la puerta, subí las tres escaleras para estar frente a la puerta.
«Vamos Sam, se que podes»
Cerre mis ojos dando un suspiro y toque el timbre.
La puerta se abrió haciendo un rechinido grabe, dejando ver a un chico castaño de ojos verdes, con muchos rulos, al verme abrió los ojos.
— ¡Liam hay que volver a mudarnos! — grito para adentro de la casa intentando cerrar la puerta pero puse una mano bloqueando su cierre.
— No soy fan — aclare abriendo la puerta —, solo quiero hablar con Niall.
— Emmm, ¿por que lo buscas?
— No voy hablar con nadie que no sea él — afirme.
— Esta bien... — contesto dudoso —, pasa y no toques nada, voy por él — abrió el paso dejandome pasar, entre con mis valijas dándole una mirada general al lugar. Luego me voltee al castaño.
Subió de inmediato las escaleras, y grito "Niall" por toda la casa, yo por otro lado, me quede en la sala observando más detalladamente el lugar.
Me acerque a uno de los estantes que estaban allí. Agarre una figura de cristal, no muy grande, y me puse a jugar con ella entre mis manos.
— Te dije que no tocaras nada — se quejo el ruloso sacándome la figura de las manos.
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Una casa patas arriba
FanficSam, una chica de 14 años, viaja a Londres con la mayor expectativa de cumplir sus metas. La llegada de Sam a Londres hace que la vida de los chicos de un giro de 180°.