-Cap 2-

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Dos días despues

*Al telefono*

-¿Esteban? Habla Maria, ¿como estas?

-Hola, bien gracias señorita ¿en que le puedo ayudar?

-Que serio cariño, quiero hacerte una invitación

-No deseo ir de nuevo a una fiesta de las suyas, asi que no gracias, mi deuda ya esta saldada

-no seas pesadito, pense que habiamos quedado bien despues de la fiesta

-Asi fue... _dijo sonriendo al recordar_

-Entonces, ¿te gustaría ir a ver una película conmigo?

-Asi que la señorita Maria no solo sale de fiesta...

-Ay Esteban que pesadito estas, aceptas o no

-Okey, okey _agarrando un lápiz y libreta_ deme la dirección donde la paso a buscar

Maria le dio la dirección y quedaron que esa misma noche se juntarian a ver una pelicula. Esteban llego a una lujosa casa, miraba a su alrededor y no podia creer la belleza de ese barrio, sin darse cuenta el porton comenzo a abrirse y vio a Maria salir muy casual desde su casa, con un short y un top.

-Esteban mi vida _se apresuro para lanzarse al cuello como si lo conociera de toda la vida_

-Hola señorita_extrañado por la actitud que tenia Maria_

-Menos mal que viniste, por un momento pensé que no vendrias_ dijo cargada para atras pero aún con sus manos estiradas al cuello, entonces muy sensualmente se le acerco y le dio un beso en la comisura del labio _ven, vamos _ tomo su mano entrelazando sus dedos y lo jalo hacia su casa_

-señorita creí que íbamos a ir al cine _extrañado por su actitud_

-perdón, no te dije pero para que ir a un cine si tengo mi propia sala en mi casa, además aquí tengo a la servidumbre a mi disposición, entra.

Al entrar en la casa Esteban se dio cuenta de todos los lujos que rodeaban a esa muchacha.
Sillones enormes, grandes ventanales, el tamaño de aquella sala de estar era del tamaño de la casa de él

-wow una casa muy grande y preciosa

-aja, mira ven, vamos a la sala de cine

-bueno pero espera... Antes te traje algo.. _saca de su bolsillo un chocolate que por cierto le había salido bastante caro_ toma, quizás no...

_interrumpidolo_ ¡ay! Pero que lindo eres, gracias Esteban, que tierno, no me lo puedo creer

María realmente apreció ese gesto, era algo que nunca nadie había echo a excepción de su padre.

Llegaron a la sala de cine y Esteban quedo boquiabierto, era preciosa, pero aún más cuando llegaron dos muchachas que decían ser del servicio y María pidió palomitas y refrescos los cuales se los llevaron inmediatamente

-Tanta gente está a tu servicio.

-Si, tengo quien cocine, quien lave, quien limpie, mi papa cree que es necesario, además son los únicos que me hacen compañía, mi papá viaja mucho y nunca está en casa.

-Entiendo

-cambiando de tema, ¿cuanto tiempo te quedarás?

Desde Que Te ConociDonde viven las historias. Descúbrelo ahora