Prologo:

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—Te queremos, Arza— habló Mike haciendo que lo mirara con una sonrisa

—Yo también los quiero chicos— hablé mirando a cada uno de ellos con lagrimas en mis ojos

—Hey, ¿Por qué lloras? — preguntó Luke acercándose a mi y limpiando aquellas lágrimas que se habían escapado sin mi permiso

—No es nada...—hice una pausa pensando en lo que iba a decir—Prométeme que cuando mañana despiertes aún así yo cambie me seguirás queriendo

Y en ese momento me arrepentí de mis palabras, él despertaría al lado de Arzaylea, no de mi, y eso era lo que más dolía

—¿Por qué lo dices? — confundido me miró, tomó mis manos y sonrió levemente

—¡Solo promételo! — alcé la voz alejándome un poco de él

—Bien— se acercó a mi y tomó mi cara entre sus manos— lo prometo

Miré sus ojos los cuales solo reflejaban sinceridad en ellos, se acercó a mi cara quedando a escasos centímetros de esta

—Te amo, Arzaylea

Al escuchar a Luke mencionar aquellas palabras fue como una puñalada al corazón, una puñalada que seguiría hiriéndome no importara el tiempo que pasara, aquella puñalada que solo él puede hacer que duela, aquellas palabras que se repetirían en mi mente una y otra vez y lo peor de todo es que esas palabras no iban hacia mi

—Yo también lo hago— mencioné en un susurro

Él rompió la distancia entre sus labios y los míos dándole paso a un tierno e inocente beso, el último beso que le podría dar, él me tomó de la cintura haciendo que yo pasara mis brazos por su cuello dándole profundidad a aquel beso, diría que sus labios y los míos encajaban perfectamente, pero no era así ya que este no era mi cuerpo, no era mi voz y no eran mis labios, no era yo. Luke se separo de mi, me di la vuelta y caminé hacia los otros chicos que se encontraban mirando la escena de hace unos momentos

—Chicos...— fue lo único que pude pronunciar antes de que las lágrimas comenzaran a salir, ellos me abrazaron dándome una calidez increíble, aquella que no podría volver a sentir nunca más ya que solo ellos la producían

—Ninguno de nosotros entiende lo que pasa, Arza— informó Mike separándose de mi lentamente

—Solo recuerden que si quieren a la persona que soy hoy, es la misma de ayer y de mañana— finalicé para separarme de cada uno de ellos

Caminé hacia la salida de aquel hotel en Sídney encaminándome hacia la limusina, afuera habían miles de paparazzis preguntando porque estaba llorando a lo cual no obtenían respuesta, la puerta de la limusina se abrió mostrando a Joseph, nuestro chofer, él me miró confundido, entré al auto, cerré la puerta y Joseph comenzó a manejar sin destino alguno

—¿Y bien? — preguntó por lo cual una idea se me vino a la mente

—Necesito que me consigas 5 entradas al concierto de 5 Seconds Of Summer de mañana en la noche con M&G incluidas y quiero que las envíes a esta dirección

Revise la mochila negra con el logo de la banda de los chicos sacando un lapicero y una hoja en blanco, anoté la dirección de mi casa poniendo sumo cuidado en cada letra de cada palabra. Cuando finalicé mi escritura le di aquel papel a Joseph

—¿Calle Boulevard, casa 363? — preguntó, yo asentí mirando hacia el frente

—Quiero que me lleves al hotel de nuevo— encendí la radio escuchando la melodía de Vapor, amaba esa canción

—Como usted mande

Joseph comenzó a conducir con destino hacia el hotel, esta noche volvería a ser yo misma y eso me agradaba aunque por otro lado extrañaría a Luke y a los chicos, no los quería por su fama, los quería porque con ellos aprendí que el dinero no importa cuando tienes amigos y amor y eso era exactamente lo que yo estaba perdiendo. Estaba perdiendo una gran parte de mi vida, una parte que no volvería jamás, estaba perdiendo a mis amigos, a mi familia y al amor de mi vida aunque, a final de cuentas, nunca lo fue

No puedes reclamar algo que no es tuyo, es como si le dijeras a una persona cualquiera"Dame mi corazón" cuando en realidad no es tuyo. -Luke Hemmings

ARZAYLEA; l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora