Capítulo 2

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En noviembre de éste mismo año culminaron mis estudios en la Academia y me fue muy bien eso, me iba bien en casi todo lo que hacía, pero había algo en lo que me iba aún mejor y es con las mujeres.

Éste fue unos de los mejores años en ese sentido, cosa que me quedaba sorprendido de mi mismo, nunca llegue a pensar que yo fuese el buscado por las chicas, al llegar a éste mes yo ya había estado con más mujeres de las que me podía imaginar, en los anteriores años tenía un promedio de dos o tres y eso qué estaba de buena suerte si eso sucedía, pero éste mes en especial iba ser diferente, tenía la mejor chica de mi barrio, a la que todos le tiraban piropos, a la que todos querían tener por el cuerpo que tenía, a demás de eso tenía otras chicas en la cuidad, en pocas palabras no preocupaba por si alguna me terminaba, tampoco me dolía porque yo solo las quería para satisfacer mis deseos sexuales y ya, entonces si una se iba yo tenía su reemplazo ahí mismo, suena muy feo pero esa era mi personalidad, mi manera de pensar era muy diferente a la de algunos chicos que sueñan con esa novia que den todo por ellos.

Yo no tenía porque llorar por una mujer si habían muchas, y mucho menos enamorarme de alguien, eso era lo que siempre decía, a lo que aveces mi mamá me respondía unas sabías palabras de las que más adelante me iba a dar cuenta de que ella tenía razón (LA LENGUA CASTIGA EL C***)

El segundo domingo de éste mes junto a uno de mis mejores amigos, Leonardo; nos fuimos a las playas del Morro, un sitio muy turístico en muestra isla que es visitada por muchas personas del país he incluso del mundo, pero que para las personas de acá ya es algo muy normal ir a ese sitio todos los fines de semana.

Nos encontramos sentados en la playa y yo estaba mirando una chica muy linda en el agua que nadaba junto a su padre, pero lo que yo no sabía es que esa chica era la que iba a cambiar toda mi vida y mi manera de pensar repecto a las mujeres.

- Oye Leonardo vos conoces a esa hembra que está nadando por allá, esa blanquita? Yo creo que la he mirado - le dije y le pregunté a mi amigo

- No la conozco pero si la he mirado por ahí, ella estudia ahí donde vos te graduaste. - me respondió

- Aaahh si, ya me acordé de ella, es muy linda, vos me podés conseguir el número? - le respondí con mucho interés, creo que me gustó demasiad, pero en realidad no sabía si era el mismo interés que cuando miraba a cualquier otra chica bonita que quería tener.

- Aaaay te gusta esa hembra, es muy blanca y además no es que esté muy buena - me respondió en modo de burla.

- Me gusto ñia, me lo va a conseguir a no - le respondí en un modo un poco desafiante.

- Ya pues yo veo como hago para conseguirlo - me respondió en un tono raro y suspiro.

Ese tarde en la playa fue diferente porque solo me quedé mirando como aquella chica nadaba y me sentía raro porque ella me atraía mucho y llegué a pensar que la tenía que tener.

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