A veces se requiere mucho más que una cajetilla de cigarrillos a diario,unas caladas y unas lagrimas fugaces para poder comenzar a morir.
Tal vez simplemente todo comenzaba con tu infancia,con tus recuerdos y memorias que formabas desde que aprendías a hablar y a entender mucho mejor las situaciones que vivías día a día.
Y eso fue exactamente lo que sucedió aquel 24 de Diciembre,una cálida y atareada noche de Navidad.
Mi padre y mi madre se encontraban discutiendo,como solían hacerlo todos los días,a cada hora,no importaba si yo estaba o no,total solo era una niña,ingenua y pequeña,por eso no debía entender nada.
Mis padres cruzaron la sala molestos,mi madre escapando de un golpe de mi padre,que en sus manos cargaba una botella de cerveza,dispuesto a golpearle con la misma a mi madre.
Cada día todo se volvía más oscuro en mi interior,no salía de mi casa con mis amigas,en mi cuarto no habían muñecas plásticas,no me gustaba el rosado,me aprecia un color deprimente,no comía demasiado como mis compañeros de clase,no tenía novio,no vivía y eso realmente no ha cambiado.
Eso es algo de lo más normal,pensé.
Me encuentro sola en mi cuarto,alado se escuchan los gritos de mis padres,seguramente mi padre había traído a su secretaria nueva,otra vez,a casa y me madre los había pillado,realmente no lo sabía.
Solo escuchaba el sonido de los cristales chocar contra la pared de la sala,indicándome que mejor sería quedarme arriba y tratar de ignorar lo que sucedía en la sala.
Saqué otro cigarrillo mientras buscaba algo para encenderlo,suspiré,logrando prenderlo,mientras lo dirigía a mis labios,lista para pegar la primera calada,mientras me dirigía a la ventana.
Vivíamos en un departamento de dos pisos en el edificio más alto de la ciudad,por lo que podría decir que estamos en el piso número 24.
Me senté en el borde de la ventana,tenía la mayor posibilidad de tirarme por ahí y acabar con toda esta tortura,pero no lo vi correcto.
Por qué seguramente dirían algo tipo "Lo hizo para llamar la atención",tal vez esa es la razón por la que me guardo todo para mí misma,guardármelo todo para después hacerlo desvanecer con las caladas que dejaba atrás mi cigarrillo.
Las lágrimas bajaban por mis mejillas mientras observaba el precioso paisaje de la ciudad,el cielo estaba vestido de colores realmente hermosos,tenía puestos mis audífonos y sonaba la canción más indicada para el momento.
Cerré mis ojos,dandole pasó a la relajación,sentía mis ojos ya hartos de llorar,rojos e hinchados,cansados como yo.
Entre tanta relajación sentí la necesidad de salir del departamento para dirigirme al parque,necesitaba un lugar donde mis sentimientos no se quedarán asfixiados en semejante pequeña habitación de color negro que tenía.
Abrí la puerta,viendo cómo mi madre discutía con mi padre,a su lado tenía a una pelirroja,la secretaria nueva,con la camiseta mal colocada,el ambiente apestaba a su perfume llamativo y asqueroso,como su figura y mi padre.
Cerré la puerta del departamento,dejando los gritos de los tres detrás,mientras bajaba por el ascensor desolado,mirando solo al suelo,no quería centrarme en nada más que aquello.
Caminé a paso lento,al compás de Salted Wound de Sia,maravillosa canción por cierto,cambia sin ver al frente,cruzaba la calle sin ver a los lados,si me atropellaban no importaría aún mejor,me iría de aquí mucho más rápido y todo seguiría igual.
Mis padres aún tendría peleas,mi padre aún le sería infiel a mi madre,mi madre seguiría siendo una estupida a su lado,mi familia seguiría siendo un desastre.
Llegue con éxito al parque,me acerqué al columpio y me deje caer en el,necesitaba aire puro para mezclarlo con el humo proveniente de mi cigarrillo.
Me saque los audífonos y suspire de nuevo,empecé a columpiarme con los ojos cerrados mientras recordaba una de las escenas más feas que estaba persiguiéndome siempre,con cautela para sorprenderme en mis peores momentos.
Pare en seco,sacando de mi bolsillo otro cigarrillo,lo prendí para introducirlo en mis labios,hasta que escuche una voz reconocida.
-De nuevo fumando,no es así?-otra vez ese irritante muchacho de ayer.
Lo volví a ignorar para seguir con lo mío,sentí como tomaba asiento en el columpio de alado,me penetraba con su mirada,era muy curioso con solo su mirar,así pasaron los minutos hasta que volvió a hablar.
-Si sigues así te vas a morir-dijo al ver que sacaba otro cigarrillo para prenderlo después de haber acabado con el anterior.
-Yo ya estoy muerta-suspiré.

YOU ARE READING
Smoke
RomanceLas personas jamás cambian,siempre me lo había dicho mi madre,pero no quería convencerme de eso. Quería seguir creyendo que si la gente veía sus errores terminaba cambiando,pero caí y todo lo que se cae se rompe. Me di cuenta que,en realidad nadie c...