Entrégame Todos Tus Miedos - 2da Temporada ❀ D Gray Man [CANCELADA]

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El lugar estaba envuelto en total oscuridad. Tan pronto habíamos llegado este me apartó de su regazo con fuerza haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Tenia miedo, no estaba segura de dónde estaba o por qué me había traído a aquí.

— ¿D..Dónde estoy? .—Dije mirando a todas direcciones—

— Heh, ese tipo de preguntas no las respondo yo con desgracia .—Aquellas palabras me dejaron confundida por un instante—

— Vaya, la encontraste muy rápido. Bien hecho, Lavi~☆ .—Esa voz no tardó en hacerse dar a presencia justo detrás mío—

Me giré rapidamente para luego encontrarme con un extraño hombre, por alguna razón esto no me daba buena espina para nada, ni siquiera me atrevía a preguntar por su nombre y no era solo por la inseguridad, era por que de cualquier forma no podía, las palabras no salían de mis labios.

— T..Tú... ¿Q..Quie--? .—Fui interrumpida—

— El Conde Milenario, querida llave mía~☆ .—Se presentó con una amplia sonrisa—

— ¿Llave?.. ¿a qué te refie--? .—Interrumpida nuevamente—

— Anda, levántate y ven conmigo .—Lavi tomó de mi brazo y me comenzó a alejar—

— Haha, eres demasiado rudo. Recuerda que debes tratarla con cuidado .—Rió el Conde—

Al principio me costaba procesar el hecho de que me encontraba en manos de los Noé. En pocas palabras me habían raptado y tenían algo planeado hacer conmigo. Debía mantener la calma, procesar la situación y buscar una manera de salir de aquí.

— ¿A..A dónde vamos?... —Tartamudeé asustada—

— Silencio, no seas una molestia .—Fue lo único que me dijo—

Me limité a guardar silencio, no sabía que le habían hecho los Noé para que me olvidara tan pronto. Suspiré pesadamente y me resigné. Por ahora creo que lo mejor es esperar a saber las intenciones del Conde para luego buscar una salida. No puedo dejar de pensar en Lenalee o en Allen... o en aquel bonito gato que había recogido.

— Dime... ¿qué es lo que quieren hacer conmigo? .—Murmuré—

No me respondió, solo me miró de reojo con aburrimiento, como si no le importara en lo más mínimo. En eso, aquella extraña neblina volvió a envolvernos a Lavi y a mí, pero a pesar de ello seguíamos avanzando hacia adelante. Antes de que pudiese notarlo ya nos encontrábamos en una especie de santuario abandonado, o al menos eso parecía a simple vista. Los muros de piedra, una bella estatua al fondo de una mujer, o mas bien, un ángel. Caminábamos por un camino de piedras que guiaba a la estatua, ya que el resto del suelo estaba cubierto de agua. Había hermosas plantas por todos lados, los muros, las pequeñas piedras, hasta en la estatua.

— Aquí te quedarás por un tiempo .—Lavi me sacó de mis pensamientos—

— ¿Eh?

— Una vez me vaya no podrás ir a ningún lado .—Se giró a verme con total seriedad—

Tragé saliva pesadamente, sus palabras me habían caído tan de pronto que se me dificultaba procesarlo. Fue en ese momento en el que un extraño hombre se hizo dar a presencia. Era el culpable de todo esto...

Era quien se había llevado a Lavi lejos de La Orden Negra...

— Me alegra verte de nuevo .—Me sonrió—

Me limité a mirarlo con el ceño fruncido, no podía ni describir el inmenso odio que comenzó a crecer en mí con tan solo verlo.

— Hey, Lavi... el Conde me pidió que te dijera que eres libre de hacer lo que quieras con ella .—Colocó su mano sobre su hombro— Pero claro, no puedes matarla, recuerda que es la llave del Arca.

— Ya te lo he dicho, no me gusta mancharme con la sangre de otros... —Suspiró rascando su nuca con pesadez— Aun que si me pongo a pensar... creo que si hay unas cuantas cosas que me gustaría hacerle... —Me sonríe con lujuría—

Lo unico que pude hacer fue dar un paso hacia atrás, no pude evitar comenzar a temblar, a temer por lo que fuese que Lavi planeaba hacerme. Él ya no era el Lavi que había conocido en aquel pueblo, y por ello ya no podía confiar en él.

— Heh, nos vemos entonces... —Volvió a reír con descaro aquel hombre— Oh, por cierto... lamento no haberme presentado .—Se acerca a mí y toma mi mano— Mi nombre es Tyki Mikk, un gusto, Shiromi...

Me solté bruscamente de su agarre, por lo que sonrió para luego alejarse y desaparecer. Ahora solo quedábamos Lavi y yo. Comenzó a acercarse hasta que quedó demasiado cerca de mí, me tomó de los hombros y se acercó a mi cuello, casi podía sentir su respiración sobre mi piel, eso me daba escalofríos.

— Luego vendré a verte... —Susurró— Hasta entonces trata de comportarte como se debe...

Dicho eso se separó, pero antes de hacerlo mordió levemente mi cuello provocando que soltara un suave gemido. Finalmente me había dejado sola, no había nadie. Me arrodillé en el suelo, no podía estar más deprimida y asustada en estos momentos. Abracé mi cuerpo mientras las lagrimas comenzaban a salir de mis ojos. Deseaba volver a La Orden Negra, quería ver a Allen, a Lenalee.

Quería regresar teniendo a Lavi a mi lado...

Quería que pudiese recordarme...

Que me abrazara...

Que me sonriera...