Hace muchos años en Nueva Orleans, en una ciudad donde la magia negra y blanca abundaba por las calles de esta ciudad, día y noche sin parar. Había una joven de llamada Sarah Collins que amaba los hechizos, las fiestas patronales de su ciudad, que a...
Era el letrero que se leía apenas entrabas a la ciudad de Nueva Orleans.
Era una locura regresar de nuevo a casa, según las historias de mi madre y mi abuela, sufrimos bastante, yo estaba pequeña para ese tiempo pero era momento de regresar, después de tantos años de disturbios de días tormentosos en Salem en relación a la cacería de brujas, todas decidieron escapar por su vida. Estábamos en peligro de extinción, estamos regadas alrededor del país y otras, fuera de el, manteníamos conexión, pero algunas vivían con miedo de regresar. Toda nuestra vida y magia estaba en este lugar.
Había pasado mucho tiempo, era un mejor siglo, y mejores tiempos, las brujas teníamos mucho mas conocimiento, mas cuidado y sobre todo, mas poder.
Hemos regresado para proteger nuestras espaldas, y hacernos mas fuertes cada día, así que retomaremos la casa que en su tiempo era una Academia que pertenecía de nuestros ancestros y hacerla nuestra hogar nuevamente, aprovechando a que hice un intercambio de universidad para aprender mas y hacer mis maestrías y doctorados, ya estaba en el ultimo año de mi carrera de Literatura y Poesía Inglesa pero, siempre soñé con regresar a casa y estudiar en la UNO (University of New Orleans). Estaba emocionada, intrigada y hasta algo nerviosa, tenia tanto tiempo sin regresar y sin ver a mi mejor amiga de la infancia, ¿Cómo no estar conmocionada por todo? Comenzaría una nueva vida, y seria mejor de lo que debía ser.
— Nerviosa de regresar, eh?— me pregunta mi abuela Fiona desde el asiento del copiloto, distrayéndome de mis pensamientos y haciéndome retirar mi vista de la ventana para mirarla, era una de las supremas mas poderosas de todo el aquelarre, claro esta, después de mi bisabuela, me había prometido enseñarme nuevos hechizos y rituales nuevos y poderosos apenas llegáramos a la casa de estudio.
— Podría decirse, aunque estoy un poco mas intrigada por lo que me espera— dije sin mucha importancia guiñándole el ojo y dándole una sonrisa de lado, a lo cual recibí el mismo acto. Pero mentía, si que estaba nerviosa.
Me concentre en mi teléfono celular y mande un texto a mi mejor amiga, Emma, "the witch is here" a lo que de inmediato recibí un mensaje con muchas risas y un "bienvenida a casa, brujita" no pude evitar una sonrisa. Mire a Sarah y la descubrí mirándome con una sonrisa, mi hermana esta igual de nerviosa que yo, o hasta mas, extiendo mi mano y ella la toma, para darme un beso en ella.
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Después de 40 minutos mas llegamos a la Avenida Jackson 1410, Nueva Orleans, Distrito Garden. A la Academia Miss Robichaux. Era justo como la recordaba, altas columnas blancas, rejas negras, gran pasillo hasta la entrada en un puerta blanca grande con puertas de madera. En fin, cualquiera que la viese pensaría que era una casa de ensueño, y no era mentira, era increíble.
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