booritas ≡ seokwan

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{Oh, es tan triste pensar en nuestros buenos momentos. /Bad Blood}

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Espero que todos salgan del salón para recién ordenar mis cosas. Arreglo todo con calma. Me pongo la mochila y salgo tranquilo. Respirando pausadamente, tal vez demasiado.

Le dije a mis hyungs que se fueran.

El JiHan saldría a comer.

JiHoon hyung tiene una tarea. Y aunque yo también las tengo no les tomo la importancia necesaria en estos momentos. He demorado tanto en salir que el colegio está, prácticamente, vacío.

Me gustaría que mi corazón no doliera, realmente no lo hace pero según los estímulos de mi cerebro sí lo hacen. Tal vez entrego mucho amor a alguien que no quiere recibirlo. O, al menos, no de mí.

Según lo descubierto por sus amigos, hablando de SeokMin, le gusta... alguien. Soy un estúpido, sigo creyendo que dentro de él, habrá un pedazo del Minnie que conocí hace tiempo atrás.

Continúo a paso lento.

Creí estar solo. Creí, porque soy brutalmente, contra los derechos que me protegen, empujado dentro del armario del conserje.

Ayuda, ayuda.

— ¡Ayuda! ¡Ayuda! —la persona responsable de que grite cubre mi boca, repitiendo shhh, shhhh. Mi corazón late con fuerza. Alo polisia.

Una tenue luz se prende y yo me aventuro a abrir los ojos.

Podría darme un paro aquí. El desgraciado quiere salir de mi pecho, el descontrol sanguíneo me hace poner tal como un tomate. Trato de calmarme.

Mi boca es liberada.

—SeokMin.

—SeungKwan, perdóname —abro mis ojos muy grandes. —Seung-

— ¿Crees que encerrándome contra mi voluntad y de improviso dentro de este lugar podría perdonarte por no sé qué?

—Sabes por qué lo hago.

—No —bufa. —No me pongas esa cara —cruzo los brazos, molesto, porque todo lo que tenga que ver con él me irrita, me irrita el hecho de quererlo tanto. Estoy molesto, pero sobre todo dolido. —No sé de qué hablas —me acerco a la puerta y tomo el pomo, SeokMin toma mi mano y la aleja, le pone pestillo a la puerta.

—Tú escuchaste nuestra conversación.

—No sé de qué hablas. Cuándo, dónde, de quién. Haz el favor de soltarme —suelta mi mano lentamente. —Gracias —pongo toda mi atención en la luz que nos ilumina.

—SeungKwan...

Cierro mis ojos, toma mi dedo meñique para llamar mi atención, abro los ojos alterado.

No les miento, nuestras miradas de cruzan dramáticamente, parecía un drama de esos bien cliché y romanticones. Dios mío, no puedo dejar de mirarlo; sus ojos, de Gato con Botas, brillan demasiado que hasta cierto punto dudo que sea sano.

"No, corazón, disimula, desgraciado"

Por si mismo suelta mi dedo. Corro la cara, carraspeo.

—SeungKwan. SeungKwan, mírame, por favor.

Batallo conmigo sobre mirar o no. Miro sus ojos brillantes, otra vez, aquellos que me hacen pensar que, ahora, mi querido SeokMin podría volver, aquí y conmigo.