Regla nº 1: Tienes que divertirte, pero cuando hayas acabado, tienes que ser la primera en correr.
Regla nº 2: No te apegues mucho a alguien a quien podrías perder.
Regla nº 3: No te dejes llevar, acaso que quieras saborear la derrota.
Regla nº 4: T...
Eché un vistazo a la fiesta. Había muchas chicas, y la mayoría estaban muy bien. Algunos de mis amigos estaban bailando, otros bebiendo y otros intentando llevarse a alguna chica a la cama.
Eso no era problema para mi. Lo que Chris quiere, Chris lo consigue. Dos chicas me sonrieron y me acerqué a hablar con ellas. Pero mi atención fue mucho más allá de la rubia de pechos voluminosos o su amiga morena. En el sofá, hablando con mi amigo Borkis, estaba sentada una chica preciosa. Dejé a las dos chicas hablando solas y me acerqué a ellos.
-¿Qué hace una chica tan guapa como tú en un lugar como este?- Mi amigo se empezó a reír como loco. Le lancé una mirada compasiva y se disculpó diciendo que se iba, que su novia lo esperaba.
La chica me miró, entre cerrando los ojos.-¿Esa linea te funciona siempre?- Le sonreí, coqueto.
-No suelo necesitar lineas. Lo que Chris quiere, Chris lo consigue.- Ella soltó una carcajada, echando su cabeza hacia atrás.
-Así que tú eres Penetrator Chris.- Asentí suavemente con la cabeza, orgulloso. Ella bebió un sorbo de su vaso y me miró de nuevo, coquetamente.- He oído mucho de ti.
Agarré un mechón de su pelo y jugué con el. -Hay mucho ruido aquí, ¿qué te parece si vamos a una de las habitaciones?- Ella se levantó y me miró con una sonrisa. Me levanté y le agarré la mano, guiándola a la habitación de invitados. Pasamos por delante de Borkis, le guiñé un ojo y él sonrió en respuesta.
Como todo un buen caballero, dejé que ella entrara primero, cerré la puerta en cuanto entré y la miré. Recorrí todo su cuerpo con mi mirada, y al llegar a su cara, la encontré mordiéndose el labio.
Me apoyé en la puerta y le sonreí. -Ven.- Y así lo hizo. Su mirada no abandonó la mía. Una vez que estuvo cerca, dí un paso y la agarré la cintura, pero ella fue más rápida y me empujó contra la puerta. Suspiré. Me dolían los huevos de una manera exagerada. La morena dio un paso más, y se quedó a dos centímetros de mi. Me relamí los labios, observando todos sus movimientos. Volví a poner mis manos en su cintura, y la besé. De una manera loca. Gimió en mi boca en cuanto le apreté el culo, y eso sólo hizo que me pusiera más cachondo. Le quité la camiseta, y asimismo hizo ella con la mía. La levanté por el culo y ella enredó sus piernas en mi cintura. Besándonos, me tiré en la cama con ella todavía encima.
Alguien entró en la habitación. Me separé de la chica para ver quien era.
-Hela, William está aquí.- Borkis me miró, riéndose.
-¡Bro!- Salió de la habitación con una sonrisa de idiota en la cara.
"Hela" me volvió a besar y se levantó.
-¿A dónde vas? No me puedes dejar solo con esto.- Señalé mis partes. Ella se rió.
-Mi hermano acaba de llegar.
-¿Tu hermano?- Asintió, mientras recogía su camiseta del suelo y se la ponía.
-William.- Se me bajó el hinchazón en cuanto caí en la cuenta. Hela era la hermana pequeña de mi mejor amigo. Y yo estuve apunto de follármela.
Hela:
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