Capítulo 24.

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Desperté. El gris de la habitación la hacía aún más oscura. Sentí un dolor punzante en la espalda y me paré para estirarme.  Me acorde de lo que había pasado y me sobresalte. Mire la cama en la que estaba.. Era una cama de cárcel. Cuando me fui al otro extremo de la habitación me di cuenta de que había barrotes. Mi vista aún no era clara, pero pude distinguir un pasillo al frente y luego del pasillo otra celda. Mierda pensé. Estaba atrapada allí. Pero, ¿Por qué me llevarían a la cárcel?. Mi pregunta fue interrumpida por un grito, luego varios gritos, de desesperación. Cuando escuché de quién provenía la voz me sentí aterrada.
_ Lunaaaaaaa!_grité._ Lunaaa! LUNA ERES TU?! LUNA!

Ninguno de los gritos fue respondido. Era inútil. Nadie me escucharía allí. Estaba sola y aislada. Enojada, di vueltas por el cuarto buscando algo con lo que romper los barrotes.  Abajo del fino colchón, la cama tenía barras de hierro mal soldadas. Comencé a saltar en el colchón hasta que una de estas se rompiera. No se cuanto tiempo me tomo que se callera una de las malditas barras pero fue un alivio el sonido del hierro al chocar con el suelo.

Desesperada, tomé el fierro y comencé a darle a la cerradura de la celda. Entre golpe y golpe me terminé cansando y me di cuenta de que era una idea inútil. "Vamos piensa con claridad Meghan, es obvio que eso no va a servir" me dije y me senté en el frío y rugoso porlan del suelo.

Los segundos se convirtieron en minutos y los minutos en horas.  Por alguna razón, no sentía miedo.  En el fondo, pensaba que me lo merecía.

Después de mucho tiempo, quizás un día o dos, o unas cuantas horas,  escuché el crujir de una puerta acompañado por una luz tenue que entró por entre los barrotes. Sin pensarlo me abalancé sobre ella. Era muy poco el reflejo de la luz pero era mucho mejor que la oscuridad. En

_ Buenos días a todos. _ sonó por un alto parlante, que parecía estar
escondido en algún lugar de la habitación. _ Supongo que deben estar un poco confundidos,  ya que hace unas semanas eran simples estudiantes en un instituto normal, bueno la mayoría creía eso. Pero por culpa de un grupo de alumnos egoístas, este experimento ha muerto. Y a todos se les castigará por eso. Les daremos sus verdaderas identidades y les contaremos todo.  Luego de eso, pagarán por sus crimenes con cadena perpetua en una cárcel especial, ya que esta es solo temporal. Se les hará interrogatorios y veremos quienes de ustedes podrá irse y vivir una vida tranquila y feliz. Los demás arderán en el infierno.
A cada uno se les enviará un tutor o tutora que se encargara de explicarles todo. Eso fue todo.

La voz femenina hizo eco y desapareció en el aire. "los demás arderán en el infierno." esas palabras flotaron en mi mente por un rato.  Hasta que la celda  se abrió en la oscuridad y se cerró rápidamente, sin darme tiempo a reaccionar.

Un muchacho alto, de pelo negro y con bata gris, se acercó a mi.
Estiró la mano ofreciendome unos papeles que yo tomé bruscamente.

_ ¿Qué quieren de mi eh? ¿Soy su raza de laboratorio no? ¡¿Qué es lo que quieren,  de todos nosotros?!

_ Meghan.. Yo quería salvarte..

_ ¡¿Quién eres?!

_ Soy tu tutor.

_ pero el archivo... Mi nombre.. Lauren..

_ El archivo es falso.  Todo es falso. Tu no tienes 16 años. Tienes 19. Tu nombre no es Lauren. Eres Meghan,  siempre lo fuiste.  No eres esquizofrenica. Tampoco mataste a nadie.  Todo es falso.. Todo.. Todo es falso! To.._

Sus palabras dejaron de entrar en mi cerebro.. Ahora si que estaba confundida.. No podía entender nada. Estaba en una cárcel. ¿Por qué estaba allí?.. Mi identidad.. Se desvaneció..

Pasaron unas horas mientras escuchaba la voz de mi hermano,  me pidió que escribiera un legado y lo hice sin cuestionar nada, no estaba en esa posición. Permanecí escribiendo hasta que una alarma  y mi hermano comenzó a llorar. Me abrazo en forma de despedida, cuando sentí el fuerte dolor de un pinchazo, una inyección.

_ Lo siento Hermana, ya todo se ha terminado, espero verte en el otro lado.

Todo se volvió oscuro y borroso, de repente, dejé de escuchar su voz. Ahora lo entendía, recordé todo. Todo era una farsa. Nosotros no éramos alumnos, eramos víctimas, engañados, secuestrados y usados para aquel maldito experimento. Y ahora que habían fracasado, ya no les serviamos. Así que, como en cualquier cosa ilegal, terminaríamos muertos.
Suspiré y hablé por última vez.

_Dile a mi familia que los quiero y que se cuiden. En cuanto a todos mis amigos, por más de que haya sido falso, me acompañaron y me hicieron feliz, al igual que Luna. Así que, diles, a los hijos de puta que llevaron a cabo esta mierda que me hicieron sentir bien, por unos cuantos días, meses o años,  no importa. Así que si su maldita operación era hacernos sufrir, pues conmigo.._ respiré hondo_ No..  Lo..  Han..  Logrado..

Mis últimas palabras se desvanecieron en el aire y la oscuridad que poco a poco me iba consumiendo. "adiós chicos" pensé "espero verlos del otro lado,  si es que existe".

FIN.

XH-112  La Escuela De Los Psicópatas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora