crazy in love (fumus x taffy)

Capítulo 2: My precious treasure

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Hubo una vez un periodo de tiempo, en donde la relación entre el dios y el diablo de Black Picht World no era exactamente buena....de hecho, ambos en ese tiempo, se odiaban a muerte...

Nadie supo la causa de aquella disputa, sin embargo ningún lado se pararía a preguntarlo, simplemente seguirían fielmente a sus respectivos señores, sin cuestionar por qué...ambas partes juraron destruirse una a la otra.

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Asi Taffy, no sería excepción de aquella guerra, sino que como fiel soldado de su dios, juro protegerlo de todo aquel que osara atreverse a lastimarlo...sin importar si fuese ángel o demonio, o el mismísimo diablo, hermano de su dios...el, no lo permitiría.

A pesar de la devoción por parte de Taffy al querer protegerlo, Fumus no estaba del todo deacuerdo...

- Esta no es tu lucha...no tienes motivo de entrometerte, no necesito que pelees- fueron las palabras del Dios de aquel mundo, ante la petición de Taffy sobre el que lo entrenara como un soldado.

- Pero mi señor, como quiere que me quede de brazos cruzados ante tal situación...yo quiero protegerle, quiero luchar en su nombre- hablo con determinación Taffy sin doblegar su propuesta a Fumus, quien toco su rostro con cansancio, mirando a su ángel, el cual no apartaba su mirada ni un momento.

Fumus no quería que Taffy se involucrara en esta lucha por un motivo...No quería que su ángel, sufriese daño, no solo daño físico, sino emocional e psicológico.

Las guerras...no solo traen sufrimiento, cargan consigo heridas e cicatrices, que perduran toda una vida, sin desvanecerse.

Y no quería ver ningún tipo de sufrimiento en Taffiel...ya que el...él era su más preciado tesoro, su querido ángel, el más querido e hermoso de todos los que había creado, era difícil explicar su amor hacia este, sin embargo podía asegurar que era totalmente incondicional.

Pero...si no aprendía nada sobre batallar, como se cuidaría el mismo...Fumus agradecería que toda su vida dependiese totalmente de él, que se quedase a su lado sin más, pero en ese tiempo, en ese lugar, el aprender a luchar no era una opción.

Solo era....era por su bien, solo y por su bien...

Asi que después de mucha insistencia por parte de Taffy, fue entrenado como un soldado, un poco menos riguroso que otros, pero aprendió lo básico e necesario.

Incluso se le fue dada un arma, una daga de filo ondulado, con una empuñadura de oro, regalo de su dios.

Quien solo al principio le dicto a Taffy como soldado, mantenerse en los lugares con menos riesgo, con mínimas tareas e encargos, prohibiéndole estrictamente acercarse a ciertos lugares donde el enemigo solía atacar.

Sin embargo, el destino corre a placer propio, no siempre salen las cosas como se esperan.

Y un día, siendo cargado por otro de los súbditos del dios, un querubín (en ese tiempo) llamado Tsurugigozen, uno de los ángeles más confiables y con más experiencia de Fumus, y a pesar de ser gran experto batallando, ¿porque cargaba con Taffiel quien sufría de heridas de gravedad e se encontraba inconsciente?

- ¿Qué....ocurrió?- pregunto en un susurro, acercándose rápidamente a Taffy arrebatándolo de los brazos ajenos, y examino el sangrante rostro de este, para luego preguntar con brusquedad- ¡¿QUÉ DEMONIOS OCURRIO?!

Tsurugigozen quien se encontraba herido pero con menor brevedad, se incoó torpemente ante el dios, e con respiración agitada respondió.

- M-mi dios, fueron muchos demonios quienes nos emboscaron...nos tomaron por sorpresa, el intento ayudarme, p-p-pero...no fue su culpa.

- ...Claro que no fue su culpa....sino tuya.... De que me sirve un estúpido ángel que no puede ni protegerse a sí mismo...sabes que por esto puedo cortarte las alas...lo sabes, ¿no?- hablo con frialdad el dios, mirando por debajo al ángel, quien lo observaba con terror.

- ...lo se...le ruego que por favor me perdone...esto n- iba a decir algo, cuando una débil voz se oyó en aquella habitación.

- ...no, mi señor...fue mi culpa...si yo no...si yo no hubiera sido débil...esto no hubiera ocurrido.

Fue Taffy quien tuvo la palabra, e hablo débilmente, y Fumus no hiso otra cosa más que decir.

-no hables Taffy....estas débil, vamos a curarte.....y en cuanto a ti...que esto no se vuelva a repetir...puedes irte- advirtió severamente Fumus, mirando de reojo a Tsurugigozen, quien solo bajo su cabeza y se retiró.

Fumus salió de aquella habitación con Taffy en brazos, cargándolo hasta llegar a su recamara, en donde curo las heridas del ángel.

Cuando termino de hacerlo, Taffy giro su rostro hacia el dios de ese mundo, y dijo.

- Mi señor...le prometo que esto no volverá a ocurrir.

Fue cuando Fumus le respondió a Taffy, sin mirarlo directamente.

-...sí, estoy seguro de que no volverá a ocurrir...ya que, no volverás a salir...se acabó tu entrenamiento...- le contesto el hombre de cabello grisáceo girando sobre sus talones e mirando al pobre ángel con una mirada de apatía.

El ángel lo miraba sin entender, asi que se levantó de golpe alegando.

-.. P-pero Señor, yo...si no soy yo...entonces...entonces quien le protege-

- Taffiel....- le interrumpió llamando a su nombre, el dios quien permanecía en un semblante serio, pero al ver el temor con el que su ángel le miraba, decidió cambiar su expresión, por una sonrisa de compasión-...Taffy...me he dado cuenta de algo.

- ¿De...que?

- Eres alguien, muy egoísta.

- ¿Que, porque? – pregunto Taffy con cierta angustia, mostrada en sus acciones, las cuales Fumus se dio cuenta, y vio una oportunidad de sacar provecho de ello.

- ....dime, Taffy, ¿te has puesto a ver la situación?

- ....

- No, no lo has hecho....esta vez, Tsurugigozen fue quien pago tus irresponsables actos.

- Pero...yo no, los enemigos...ellos- iba a continuar, cuando Fumus hiso una señal de que guardase silencio, y prosiguió.

- Enemigos o no, él se arriesgó de sobre manera, protegiéndote por ser alguien inexperto...eso podría llegar a ser una carga para los demás en otros casos, hoy, solo fue Tsurugigozen...pero ¿si hubiesen sido más los que te acompañaban?, no sabes los peligros del mundo exterior, por ello, corres y pones en riesgo a los que te rodean, ¿acaso habías pensado en eso?

Enseguida el ángel, se vio con un replanteamiento total, se dio cuenta de que era cierto, nunca pensó en ello.

-...perdóneme Señor...yo nunca...considere eso...-

- No es necesario disculparse...pero, si esta vez quieres escuchar lo que tengo que decir....quiero que me prometas...que no volverás a involucrarte en ningún conflicto de esta guerra, te quedaras aquí...aquí, no correrás ningún peligro, no serás una carga- dijo Fumus, sonriéndole a Taffy de manera ambigua.

Taffy dudo unos momentos, pero después, recapacito...si eso era lo que su dios quería, entonces el, como sirviente, debía escuchar todas sus órdenes.

-...si señor...- respondió con su cabeza baja mirando al suelo, el dios sonrió ante esto, y acerco la cabeza del ángel hacia su pecho, pegándolo hacia este, acariciando sus rubios cabellos de este, como si lo consolara.

- Bien dicho...mi dulce Taffy.

Si, era mejor asi...asi el, ya no sería una carga para nadie más, era la mejor opción.

nota final: que tal les parecio, si, se que tarde mucho en actualizar...pero, bueno que se le va a hacer...como nota final debo decir que fumus se ira tornando en un dios mas cruel y egoista, que manipulara al mundo conforme a sus propios deseos.