EL FRÍO DEL METAL

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Muchas veces he querido sentir el frio metal de una navaja corriendo por mi piel y después lo caliente de un líquido escurriendo por mi brazo hasta llegar al piso para así sentir que existo o por lo menos concentrarme solo en ese dolor y olvidar los demás.- le contaba Ana a su mama con lágrimas en los ojos, ella simplemente se quedaba callada mientras escuchaba su hija y a la vez pensaba en una respuesta acertada para su hija, así que con una mirada cálida llena de amor pero a la vez de tristeza le dijo a su hija.

-Para serte sincera ni yo misma con exactitud losé, siempre hay algo dentro de mí que me impulsa a cometer dicha acción, pero antes de hacerlo pienso en las razones y en se momento se me hacen algo poco como para lastimarme a esa magnitud ahí es cuando suelto el cuchillo o la navaja- se queda en silencio meditando si debería contarle a su mamá, después de un tiempo indefinido decide hacerlo- este... es que... hace como dos años que no veo a mi mejor amiga y la que tenía actualmente me traiciono porque coteo con el chico que me gusta para colmo baje de calificaciones y como si no tuviera suficiente con eso tú y mi papá se van a divorciar-

-siempre has sido una persona muy alegre llena de metas y con una gran sonrisa para todos no entiendo que es lo que te pasa ni mucho menos el porque me dices esto o ¿acaso hay algo que no deba saberlo y no lo sé? Sabes que siempre puedes contar conmigo y decirme todo lo que quieras.- Ana pareció meditarlo y después de un tiempo inala aire para después soltarlo en un largo y pesado suspiro y dirigirse a su madre diciéndole.

Su madre simplemente se quedó callada mientras le acariciaba la espalda a su hija de panas 13 años de edad, así que ordeno sus ideas ya que no era muy buena para las palabras pero esta vez debía esforzarse pues su hija necesita de su apoyo, reuniendo todo el valor que tenía se atrevió a alzar sus pulseras donde se encontraban varias cortadas unas más feas que otras y confeso: mira yo a tu edad también tuve problemas incluso llegue a parar en el hospital, yo nunca tuve una madre que me cuidará, me ayudará ni mucho me aconsejara como lo voy hacer contigo. Te acuerdas cuando nos pediste que te lleváramos a la playa- su hija solo asiente- y también que cuando estábamos haya te quejabas que la olas te arrastrabas pero cando llegamos te gustaban porque te jalaban- Ana solo hace otro movimiento de cabeza en señal de afirmación- pues lo mismo pasa con los problemas, siempre va a ver pequeñas cosas que alegraran tu día o tu vida, desde conocer la inmensidad del mar hasta apreciar una pequeña ola puedes disfrutar, pero también tienes que luchar porque no te arrastre y te desaparezca de u instante a otro- Ana simplemente miraba a su madre con una expresión que reflejaba que no entendía a que se refería su madre- a lo que me refiero es que nunca dejes de luchar por tu vida y por loco que suene disfruta los pequeños y grandes momentos, porque los que se atreven a sumergirse más en ellos pueden encontrar cosas bellas y asombrosas que por culpa del miedo muchos no descubrimos y preferimos muchas veces quedarnos estancados y algunos deciden ya no seguir este hermoso viaje que la vida.


EL FRIO DEL METALWhere stories live. Discover now