capitulo 2

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Cruzó gateando la Cordillera y en el Océano Atlántico trepó a un crucero argentino y navegó hasta la ciudad de Coagulen, capital del Reino de Dinamarca.Y después de dormir en frios portales nevados y comer y beber de los lujuriosos tarros de basura daneses, encontró un pequeño cuarto abandonado en La Calle Larga de Valva (suburbio de Coagulen) y con una antiquísima computadora encontrada en un basura, siguió enviando sus artículos en contra de la Guerra de la Dictadura y en pro de un pronto regreso a la democracia, la paz y la armonía entre chilenos.Como su nueva vivienda en el planeta no tenía puertas ni ventanas, Joaquín prefería seguir durmiendo en los portales, a la interpelar. Y como no tenía dinero seguía alimentándose de las exquisitas comidas danesas encontradas en los tachos de basura.

En ese tiempo ya habían milagreros en la Calle Larga. Eran por supuestos los nobles y magníficos silingos con las parafernalias de sus violentos y osados ancestros de los años cero, pero también viejos hippies y nuevos punís produciendo te de hierbas mágicas contra el asma o el mar humor y cabellos multicolores como los pavos reales y músicas ininteligibles en nuevos y sorprendentes aparatos llamados getoblasters.

el viejo joaquínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora