Capítulo 3

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Las semanas pasaron, y en Jesús encontré a esa persona que nunca te falla y que está ahí, con mi padre todo sigue igual, y posiblemente os estaréis preguntando si le he contado algo sobre ese tema, y la respuesta es no. A las tres semanas de entrar Jesús a clase, entró una chica nueva a clase, se llamaba Jennifer y venía de Málaga, era muy guapa, pero tenía algo que hacía que no terminara de fiarme de ella, cada día que pasaba, hacía que Jesús y yo nos fueramos alejando.


Un día llegué clase, y me encontré una imagen que me dolió demasiado, Jennifer sentada sobre Jesús comiéndole la boca.

Salí corriendo con las lágrimas agolpándose en mis ojos, me encerré en el baño y no salí de ahí en todo el día, no podía verle la car, me dolía demasiado

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Salí corriendo con las lágrimas agolpándose en mis ojos, me encerré en el baño y no salí de ahí en todo el día, no podía verle la car, me dolía demasiado.

Salí corriendo con las lágrimas agolpándose en mis ojos, me encerré en el baño y no salí de ahí en todo el día, no podía verle la car, me dolía demasiado

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A la salida, deseo no encontrármelo, pero eso no puede ser posible, ya que me agarra de la muñeca como la primera vez que hablamos.

-¿Por qué no has venido a clase? ¿Qué te ha pasado?

-Nada que te interese-contesto lo más borde que puedo,  si él empezó a poner distancia, yo terminaría de hacerlo

-Hey¿que ha psado?

-Nada Jesús, pero lo mejor será que sigamos cada uno por nuestro camino, ha sido un placer conocerte-me alejo allí lo más rápido que puedo, que acabo de hacer me dolerá siempre. 

El tiempo pasa, y Jesús hace por hablar conmigo, pero no lo consigue, él sigue con Jenni, y las palizas de mi padre continúan, empiezo a pensar que son merecidas.

Llega la época de exámenes finales y trabajos, y el profesor de latín tuvo la magnífica idea de hacer un trabajo con nuestros compañeros de pupitre, la idea que tuve fue hacer el trabjo yo sola, pero él se empeñó  en quedar y hacerlo, así que quedamos en la puerta del instituto a las 18:00 para ir a su casa.

Cuando llego a mi casa, mi padre no está, y no tengo hambre,así que no como nada,el sueño me puede y me quedo durmiendo, cuado me despierto son las 18:05, y salgo corriendo cuandome doy cuenta de que había quedado con Jesús hace 5 minutos, cuando llego, está esperando en la puerta.

"Mi más bonita casualidad" (Jesús Oviedo) (Daniel Oviedo) (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora