Un omega no tan omega

Cap 1: No me voy a casar.

Un chico de diecinueve años se encontraba discutiendo con su padre y su hermano mayor en el interior de su habitación, el señor Bruno está furioso ya que su único hijo omega no quería casarse con el joven Paúl Koch, el hijo y ahora presidente de una de las cadenas de hoteles más grande en los Estados Unidos y parte de Europa.

El joven de nombre Bruno no podía creer que su padre le estaba presionando o mejor dicho obligando a casarse con un hombre que no amaba, y lo peor, un Alfa.

Ahora la pregunta es ¿Por qué Bruno odia tanto a los Alfas? La respuesta es fácil, Bruno vio toda su vida como su padre después de concebir a un hijo Omega ha maltratado a su madre; los golpes, los regaños y la infinidad de insultos.

A medida de esto, su madre se dio cuenta de que su esposo que se casó por obligación con ella por una condición matrimonial ya que la empresa de su familia, en ese entonces, tuvo una gran pérdida de dinero y ella se sacrificó por sus padres.

A ella no le importo mucho eso, lo que no soporto era como su esposo rechazaba a su hijo por ser un Omega, así que ella decidió que su hijo tenía que ser mejor que un Alfa. Hizo que practicara diversas artes marciales, entre otros deportes; es así como creo al omega perfecto.

Bruno es un chico lindo, muy amable y educado, el único inconveniente era es que se metía en muchos problemas. En este momento estaba en unos de ellos y el más grave de todos.

—Bruno, no quiero pelear contigo, pero tú te casaras con ese hombre, quieras o no ¿Entendiste?—exigió su padre a lo que Bruno soltó una carcajada

—Papa, yo no me voy a casar con nadie. No dejare que un Alfa me haga lo mismo que tú le hiciste a mi mamá —esto último se lo dijo gritando, los dos mayores se quedaron asombrados ya que su hijo nunca le había gritado ni faltado el respeto de esa manera.

—¡Tú no tienes por qué hablarme así! ¡Y los asuntos entre mi esposa y yo son mi problema!—Patrick veía la pelea entre su hermano y su padre, decidió no meterse.

—¿En serio? Cuando la golpeabas e insultabas por tener un bastardo Omega no le decía nada, pero ahora como vez que tu hijito menor te silbe para algo ahora si ¿No?—Gonzalo podía ver el resentimiento que su hijo le tenía, eso le dolió. El daño que causó le dejo en consecuencia a una mujer desdichada y a un hijo que lo odia.

—Ya no voy a pelear más con un mocoso. Tú te casaras, quieras o no—demando su padre y Bruno no pudo soportar esto.

—¡Eso nunca! ¿¡Escuchaste!? ¡Nunca! No sabes cuánto te odio—sus palabras salieron con tanto desprecio que enfureció a Gonzalo, se acercó a su hijo con la intención de darle una cachetada, por fortuna en ese preciso momento entró Melanie, madre de Bruno y esposa de Gonzalo, y detuvo a su marido.

—­Amor, no lo golpees por favor—le dijo casi en suplica, el señor vio a su esposa y bajo la mano.

—Pégame, para que te odie más. Yo no voy a hacer lo que se te venga en gana y no me voy a casar con un hombre que no amo, justo como lo hizo el idiota de Patrick—retó Bruno, el susodicho al escuchar su nombre le iba a reclamar, pero la mirada fulminante de su hermano le erizo la piel y se quedó callado.

—No voy a seguir discutiendo contigo, ya más tarde hablaremos—dijo hastiado del comportamiento de su hijo. Todos salieron de la habitación, Gonzalo aprovechó esto para encerrar a Bruno en su cuarto. Este al escuchar que la cerradura le puso llave fue corriendo a golpear la puerta y a gritar.

—¡¿Qué haces?! ¡Déjame Salir!—Melanie al ver el sufrimiento de su hijo le dijo a su esposo.

—Por favor, te lo suplico, no lo obligues a hacer algo que no quiere—vio a su mujer a los ojos, le partía el alma el saber que está sembrando más odio en ella y en su hijo menor, pero así eran las cosas.