Cap 4: Déjame conocerte.

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Narra Bruno.

—Tenemos que hablar—me dijo él sujetándome con mucha fuerza.

— ¡Suéltame imbécil! O si no...

— ¿O si no qué? ¿Me golpearas?— sonreí arrogantemente.

—Si así lo quieres—con un rápido movimiento me libere de él con mucha facilidad lo tire en el suelo, la gente nos quedaba viendo mientras él se retorcía por el fuerte impacto.

— ¿Creíste que te mentía cuando te dije que soy cinta negra en diferentes artes marciales?—pregunte estando en cuclillas.

—Solo quería explicarte que...—lo interrumpí.

— ¿Qué esa chica no es nada tuyo o qué es una loca que te persigue?—le dije de una forma irónica y un tanto burlona, Paul es incorporó sobando su espalda.

—No, yo si la conozco y...—lo volví a interrumpir.

— ¡Ja! Lo que me faltaba. Por lo menos lo pudiste haber negado, pero que hago molestándome contigo si eres un extraño. Mejor me voy— antes de que pudiera retirarme Paul me pego a su cuerpo, intente alejar de él pero su aroma era tan envolvente que me hacía estremecer.

"¿Qué me estás haciendo?". Me reprendí mentalmente por lo débil que ese idiota me ponía. Me soltó y me miro atentamente con esos ojos de gato y me dijo:

—Ahora me vas a dejar explicarte y no me vas a interrumpir ¿Entendido?—asentí—Perfecto, ahora, Melani y yo somos amigos desde hace mucho tiempo ya que nuestros padres son socios y amigos, por eso la conozco. Ella y yo no tenemos ninguna relación.

— ¿Y cómo explicas el beso? ¿Qué significa ese beso? Porque yo sé que los amigos no se besan—él suspiro.

—Melani está enamorada de mí, pero como yo no estoy interesado en ella hace ese tipo de cosas para provocarme y alejar a mis citas, lo hace desde hace mucho tiempo—vi que me estaba hablando con sinceridad. Bufe y me sentí avergonzado por la actitud que tuve.

— ¿Por qué ella tenía un olor tan peculiar?—pregunte un tanto confundido.

—Ella es un beta extraña, así como tú eres un omega raro—dijo sonriéndome.

— ¡Yo no soy raro!—exclame molesto.

—Si, como no. Que un omega que puede derribar a un alfa tan fácilmente, no es normal; un omega que sabe cómo ocultar muy bien su aroma pasando desapercibido, no es normal; un omega que tenga tanta fuerza como para hacerme daño, no es normal, es lindo—desvié la mirada sintiendo como mis mejillas se calentaban.

—Lo siento. Debí haberte escuchado antes de hacer este ridículo—él me agarró del mentón haciendo que regresara mi vista hacia él, esto provocó que mi sonrojó empeorara.

—No te preocupes, ahora vámonos— asentí y nos fuimos caminando. En eso sentí como su mano agarraba la mía y empezó a desprender un olor tan exquisito y único. Había estado con muchos alfas amigos y nunca había experimentado un olor que me haga sentir tan débil.

Al llegar a el carro nos subimos y el arranco, poco tiempo después llegamos a mi casa.

— ¿Te digo algo?—yo volteé a verlo—Esta no es la peor cita que he tenido.

— ¿Entonces cuál fue?—le pregunte curioso, miro hacia delante y con una sonrisa boba me dijo:

—Fue con un chico coreano y termino echando todo la bebida encima de mí—solté una pequeña risa.

—Me tengo que ir, escríbeme en cuanto llegues— Paul asintió, baje del carro y vi como el carro se iba.

Subí al departamento de Pedro, abrí la puerta y me cuenta que las luces estaban prendidas. Me puse alerta al escuchar un ruido en la habitación de Pedro, agarre una sombrilla mientras me acercaba. El ruido se intensifico, entre y cuando le iba a pegar al supuesto ladrón me detuve al ver que era Pedro.

— ¡Oye, me asustaste, pendejo!—le grite molesto.

—A mí también me alegra verte— suspire y le di un abrazo, cuando me iba a acercar a él un fuerte olor hizo que me estremeciera.

— ¡Qué asco! hueles a sexo y a Joy-—reproche haciendo una mueca de desagrado a lo que él soltó una carcajada.

—Por fin Joy me dejo marcarlo, ahora somos pareja—explicó de forma risueña. Sonreí y le felicite ya que él y Joy estaban saliendo desde hace bastante tiempo, me daba lastima por el pobre chico. Conociendo a Pedro, seguramente lo celaba mucho.

—Por favor, báñate ¿Si?—le pedí tapando mi nariz—Hueles asqueroso—él se echó a reír.

—Si mama—vire los ojos, salí del cuarto y fui a sentarme en uno de los sillones de la sala, mi teléfono sonó en señal de que había recibido un mensaje. Un mensaje de Paul.

Paul:
Ya llegue ¿Qué haces?- 8:23

Sonreí.

Nada ¿Y tú?- 8:24


Me golpee la frente al preguntarle algo tan estúpido si me está diciendo que acaba de llegar.

Paul:
Voy a ducharme y después a la cama- 8:24

Yo igual, tengo mucho sueño, te veo después- 8:25


Suspire y deje el teléfono en el sillón, fui a guardar los dulces que Paul me compro. Al escuchar el teléfono sonar fui a revisarlo casi de inmediato.

Paul:
Por favor, déjame conocerte- 8:27

Continuara...

Le tengo que agradecer a bornToshipGays, por la corrección, besos y abrazos y gracias por todo

Un omega no tan omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora