Capitulo 1

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Las puertas de el ascensor se abren dando me vista de el primer piso de el edificio en el que vivo. Salgo de el ascensor con pasos firmes. Paso al lado de Claudia, y alzo mi mano, la nuevo de un lado al otro, en señal de saludo. Ella me sonríe y hace el mismo gesto.

Tomo mis auriculares y los conecto a mi celular, la canción All of stars de Ed Sheeran,comienza a llegar a mis oídos instantáneamente. Continuó con mi camino, hacia el salón de belleza de mi madre.

Minutos después me detengo en en frente del salón de belleza, el nombre Stile' s, alumbra en el cartel, suelto un gran suspiro. Pongo mi mano en el picaporte y lo giro suavemente, empujo la puerta y me adentro en el salón de belleza.

Las sillas están llenas de personas que necesitan arreglar, cortar, o pintar su cabello, o otras cosas más. Veo a mi madre pintando le el cabello a una señora de algunos, 35 años.

Me acerco a ella, dando le un beso en la mejilla como saludo, ella me sonríe y sigue en su trabajo.

—Hola, ¿Como estás?— pregunta.

—Bien, mamá. ¿Alguna novedad?

—No, al menos por el momento. Podrías pasar me el Shampoo que está en aquella mesa, ¿Por favor?— señala un frasco verde, asiento.

Camino hasta la mesa, y tomo el frasco en mis manos. Doy la vuelta y me detengo instantáneamente, el cuerpo de un chico sentado en uno de los sofás de piel blanca, me deja como boba. Me intriga la forma en que mira la revista que tiene entre sus manos, la forma en que pasa las hojas de la revista, la forma en que la envuelve entre sus dedos.

Levanta su vista, ante la intensidad de mi mirada. Su mirada choca con la mía, sus ojos color café me hipnotizan, bajo mi mirada, recorriendo cada rincón de su cara, su nariz respingona lo hace ver hermoso, y ni hablar de sus perfectos labios, rosados y carnosos. Su cabello negro como el carbón, vuelvo a poner mi mirada en sus ojos, y noto que me sigue mirando.

—Emma, ¿Encontraste el shampoo?— la voz de mi madre, me saca de mis pensamientos, paso una de mis manos por mi cara, sintiendo me frustrada.

Vuelvo a poner mi mirada en el chico, y el aun me esta mirando, me guiña uno de sus hermosos ojos. Muerdo mi labio inferior y contesto: —Si, mamá.

Camino hasta ella, y le entrego el shampoo.

—Gracias —me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

Miro a mi alrededor y el impotente cuerpo de el chico, no esta por ningún lado. Frunzo el ceño, ¿como pudo desaparecer tan rápido? Como por arte de magia, sigo buscando lo con lo mirada, para asegurar me de que no desapareció, y que tal vez se haya movido a algún lugar del salón. Pero no, él no esta. Suelto un sonoro suspiro, y dejo caer mis brazos al rededor de mi cuerpo.

—¿Pasa algo, cariño?— la voz de mi madre me hace girar la cabeza, se encuentra con el ceño fruncido, y sus manos a la altura de sus hombros.

Niego con la cabeza: —No, mamá.

Miro la hora en mi reloj de mano, 11:03, perfecto. Miro nuevamente a mi madre y la veo entretenida lavando le el cabello a una niña de algunos 11 años.

—Mamá... —hablo fuerte para llamar su atención, alza la cabeza, y me hace un gesto con sus cejas en señal de que continúe.— ya me voy.

—Esta bien, yo te alcanzo mas tarde, cariño.

Beso su mejilla, y vuelvo a poner mi mirada en cada uno de los rincones del salón, tratando de encontrar ese chico que me dejo hipnotizada con su mirada, un sentimiento de decepción se instala en mi pecho, pero lo apartó rápidamente al recordar que ni siquiera su nombre me sé.

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