Contra todo

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Habían pasado demasiados días para que quisiera contarlos, Minho se sentía triste, se había sumergido en una rutina que creo, la ausencia del menor en su iba era tan nefasta. Lo extrañaba,y demasiado, a veces se culpaba por no ser lo suficientemente fuerte para poder defenderlo, no había día en que no pensara en el bonito lobito que tomo su corazón.

El olor había quedado impregnado en su cama, siendo el único consuelo para su alma, era tan difícil llevar la vida así. No recordaba haberse sentido en algún momento igual por otra persona, Taemin lo había enamorado profundamente, incluso antes de saberlo. Ignoraba las llamadas de sus amigos cuando estos pedían de su presencia, que no se encerrará, pues estos sabían que la relación con Taemin estaba un poco rara, por ello terminaron, al menos así se los tuvo que explicar.

- Lobito.

Suspiro mirando por fuera de la ventana, pensando en que algún día su pareja aparecería por la misma oscuridad que había desaparecido, nunca perdería la esperanza en Taemin, era un chico fuerte que le demostraba lo mucho que le amaba y eso lo apreciaba, le tenia paciencia y le daba vitalidad necesaria, lo amaba mucho. Ni los aullidos de los lobos podía sentir, pues desde que el menor se había ido no los había vuelto a oír ni por los alrededores simplemente habían desaparecido.

- No sacas nada haciendo un berrinche como aquellos Taemin, te quedaras aquí y cumpliras con tu deber.

Su padre había azotado la puerta de su habitación mientras el miro la madera imponente ya que la situación avivaban su mal carácter. Taemin suspiro mirando por la ventana mientras lanzaba un suspiro, el bosque jamás le había parecido tan feo, extrañaba mucho a Minho, el era su pareja, su todo. Miro los barrotes que impedía que cometiera alguna locura ¿Por qué su padre le había traído solo para que pasara semejante tortura? Estaba sofocado, la luna llena se acercaba y su instinto pedía de su pareja.

¿Estaria igual que él su Minho?

Le mataba pensar en que algo le pasará, los lobos de su manada eran bastantes tontos a decir la verdad, aunque pensaba que si llegaba oler alguno a su pareja no dudaría en matarlo, aunque eso le trajera muchos problemas.

- Hermano...

Miro a su hermana aparecerse pero no cambio de su posición, dejo la cabeza recostado sobre las rodillas que el mismo se sujetaba contra el pecho al menos tratando de aliviar su perdida, quería estar solo.

Krystal suspiro cerrando la puerta tras si para poder avanzar hasta donde se encontraba su hermano, no quería verlo así, Taemin siempre había sonreirle, era dichosa de tener un hermano tan amoroso como él pero desde el dilema con el "Humano" todo había cambiado, sobre todo cuando hace unos años pensaron que Taemin había sido asesinado por uno cuando la verdad de las cosas es que el menor fue curado, fue entonces cuando todos se dieron cuenta incluso toda la la manada del amor que profetizaba este de aquel hombre. Se había impregnado en él, era una situación difícil para Taemin pues su padre tenia otros planes para su hermano, no fue hasta que Taemin tuvo unos años que se negó cuando su padre le presento a un chica y un chico haciéndole escoger con quien aparearse, ese mismo día su hermano se fue asumiendo la responsabilidad de jamás volver, el quería estar solo con su humano, parecía un loco para la manada, pero el asumió que ya no podía pertenecer ahí si no permitían su amor.

- Quiero estar solo.
- No tienes porque ser así, lamento mucho que esta pasando -Su hermana logro sentarse en el frente mirándole con algo de compasión pues podía hasta sentir lo decaído que estaba, Taemin se estaba asesinando a si mismo por un humano - ¿Lo amas tanto?
- Más que a mi vida.

Ella se quedo callada cuando escuchó el sollozo de su hermano, jamas lo vio llorar, nunca, no podía comprender mucho lo que sentía su hermano, aunque ella fue obligada a casarse con otra manada su esposo le hacia bastante feliz. Se sentó a su lado peinando los rubios cabellos buscando darle algo de consuelo, le partía el alma verlo así, si su madre estuviera viva sabría que hacer. Taemin se veía muy sumergido en su depresión, suspiro tomando de su pañuelo para poder limpiar sus ojos decaídos.

Aullido a media nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora