Capítulo VI

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-¿Té?

-Sí, no me gusta el café...

-¿Y por qué no me lo dijiste el otro día?

-Te lo dije pero no me dejaste terminar, ya habías colgado por cierto, ¿cómo conseguiste el número de mi casa?

-Ah... marqué de forma aleatoria todos los números.

-¿Y cómo sabías que era yo?

-Por tu voz y porque fuiste la única que no me insultó al cogerlo.

Chloe se echa a reír y Joan medio sonríe aunque de forma falsa y forzada.

-Eso es absurdo aunque si dio resultado...

-Ya lo creo...

-Voy a por el pan y la leche ahora vengo.

-*¡No por favor no te vayas no me dejes solo!* Vale.

Chloe se fue y Joan esperó poniéndose nervioso, Hernando también estaba allí y se dio cuenta, se acercó a Joan.

-Hombre... ¿comprando?

-S-sí... ¿qué quieres?

Empezó a revolver el carro mirando lo que había.

-¿Té? Y... ¿esto? Son cosas de mujer... ¿aparte de borracho y yonki eres una nenaza?

-Deja eso.

-¿O qué? ¿Qué harás? ¿Arañarme?

Chloe le había oído y estaba detrás suyo.

-Esas cosas son mías.

Se dio la vuelta y se sorprendió al verle acompañado por alguien y más una mujer.

-No te conviene estar a su alrededor, ¿sabías que tiene problemas?

Chloe se hace la loca y como que no sabe nada de nada.

-¿Ah sí? ¿Y qué problemas? Dime.

-Oh pues bebe hasta perder el sentido, se droga pero no suaves como la maría no, Heroína y también se mete rayas de morfina.

-Vaya Joan eso no me lo habías dicho.

Hernando se quedó confuso por su tranquilidad.

-¿Qué? ¿No... vas a decirle nada más? Es una mala influencia para ti y... eres joven.

-Vaya gracias muy amable por tu parte y ahora... ¿puedes perderte?

Hace señales con la mano para que se vaya y les deje en paz.

-S-si si ya me voy... te has librado por los pelos Juan Carlitos.

Hernando le da un par de tortazos a Joan y se va.

-Bueno, ¿falta algo más?

-No... nada más...

Se quedó cabizbajo y callado durante todo el camino hasta casa. La ropa de Chloe ya había llegado, Luis estaba en la puerta con una maleta.

-¡Luis has llegado! Toma cógeme estas bolsas para que pueda abrir.

Luis cogió las bolsas y Chloe abrió la puerta, Joan al ver las maletas se asustó.

-¿Él también es parte de tu plan de trabajo? ¿Se va a quedar?

-No, no creo que le sienten bien mis bragas y mis sujetadores, y mis vaqueros, y mi vestido y mis zapatos de tacón...

-Perdona querida pero ese vestido vaquero y esos tacones me sientan mejor que a ti.

-Bueno es cierto, ya los llevaste una vez.

-¡Y andé en long con ellos y el vestido!

Chloe ríe y deja la maleta en su habitación. Luis le hace una señal de que quiere hablar con ella a solas.

-Joan... ¿te importaría ir colocando las cosas?

-Oh... no no... no me importa.

Chloe salió fuera y fue a hablar con Luis, Joan fue a colocar... pero no la compra exactamente, fue al baño y cogió de la cisterna un par de botes y una bolsita, lo colocó en la mesa y se hizo unas rayas de morfina y se las mete, después se mete los dos botes y se queda K.O con la jeringuilla clavada.

-¿De qué querías hablarme?

-¿De... verdad te quedarás aquí con él? Alba me ha dicho que es muy peligroso y... no quiero. Queremos. No queremos que te pase nada... nos importas.

Luis le acaricia la mejilla y le abraza con cariño.

-Oye... no pasa nada, he aceptado este trabajo porque me lo tomo como un reto además...

Mira a otro lado y se sonroja un poco sin saber por qué.

-Además...¿? No. No me digas que te gusta, ¡pero si es un viejo! ¡Y podría ser tu padre! ¡¿Acaso has olvidado ya a Robyn?!

Que la mencionase la llenó de rabia y se apartó.

-¡NO, NO LAS HE OLVIDADO! ¡Y NO, NO ME GUSTA! ¡¿ESTÁS LOCO O QUÉ?!

-Ey... yo... oye lo siento no quería decir eso... ya se que aún sigues dolida lo siento de verdad Chloe.

Luis la abrazó con fuerzas y Chloe empezó a llorar.

-Es una zorra... son unas zorras, ambas... dios ¿cómo coño he podido ser tan imbécil?

-Eeey... tranquila, no ha sido culpa tuya, hay gente que es muy tóxica y cabrona, tranquila cielo.

Chloe se serenó abrazándole con fuerza y luego se apartó.

-Bueno... será mejor que entre, no es bueno que le deje solo aunque ya he tirado toda la droga que tenía.

-¿Qué? ¿Ya lo has hecho y no te ha pegado? ¡Qué máquina estás hecha!

Chloe sonrió y se despidió de Luis, volvió dentro y se encontró con ese percal, se echó las manos a la boca.

-*¡Pero cómo cojones! ¡¿De dónde ha sacado la puta droga?!*

Fue corriendo y le quitó con cuidado la jeringuilla del brazo, le cogió por las axilas y era un peso muerto, se lo llevó a rastras hasta la cama de su habitación, la abrió y le desnudó dejándole en bóxers sobres cama, miró algo expectante su paquete.

-*Joder... si la tiene así normal cuando se le ponga erecta que es entonces ¿un mástil?*

Sacudió la cabeza y le puso un pijama con cuidado, le metió en la cama y le arropó, le quitó los cojines levantándole la cabeza y se quedó mirando sus labios, no pensó y le dio un pequeño beso en la comisura, después le abrazó con ternura y le quitó las gafas que puso en la mesilla. Suspiró y fue a la puerta, dio la vuelta para mirarle dormir desde allí, negó con la cabeza, volvió a suspirar y volvió a entrar para buscar por toda la casa la droga, miró en los cajones de las mesillas y solo había algún cargador, bóxers y condones, aún estaban sin caducar, miró en los armarios y solo había ropa, Joan no se enteraba de nada y Chloe salió para mirar en el salón, lo revolvió y no encontró nada, se sentó a pensar dónde podría estar y después de un rato miró en el baño, revolvió los cajones y armarios y al final fue a la cisterna, allí encontró el resto de droga, la tiró y recogió lo que había en la mesa, después recogió la compra y se puso a ver la tele.

Bleeding HeartWhere stories live. Discover now