La Luna es de queso...

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Era la primero vez que  yo hablaba con Jonas, fue lo normal, saber cosas de nosotros, pero en fin comenzamos a hablar y joder, yo no podía, se comportaba como un verdadero caballero, el sabia como me sentía tan solo viendo un mensaje, cuando yo estaba triste nunca se lo decía y en el momento menos esperado él me preguntaba ¿Estas bien? ¿Qué es lo que esta pasando?, yo contestaba de manera fría e  indiferente, -NADA, ¿Porqué habría de pasar algo? y el me decía -sabes que puedes decirme, yo te quiero y estoy aquí para apoyarte-.

Un día iba yo caminando tranquilamente con una amiga, pasamos junto a el y mi amiga le da mi sudadera y le dice -te la regalo-, y yo me quede con cara de ¿qué?, yo segui caminando, mi amiga comenzó a reírse y Jonas corrió detrás mio para darme mi sudadera y decirme -toma hace frío- 

Poco a poco comenzamos a hablar mas frecuentemente, dentro de mi creció un cariño por el, comenzamos a vernos mas, a hablarnos en persona, pero para mi era algo imposible, cada que hablábamos el me buscaba la mirada, yo moría lentamente, me perdía en su mirada. Pero es aquí donde entra lo malo, mi desorden toma efecto, el ultimo recuerdo que tengo de aquel día, fue que salí de la escuela, ya era de noche y estaba hablando con Jonas.

Algo que me desconcertó fue recibir en la mañana un mensaje de Jonas, que decía -espero que ayer te la hayas pasado tan bien como yo, disfrute mucho pasar el tiempo contigo-, que esta pasando aquí, porque esta diciendo esas cosas que fue lo que paso.

Al cabo de poco tiepo comenzamos a unirnos mas y paso, me dijo -eh pensado esto demasiado tiempo y se que tu no crees en relaciones ni cosas así, pero, quieres que caminemos juntos, ¿Quieres andar conmigo?. yo me sonroje, por dios que estaba pasando, yo nunca quise nada, no sabia que hacer, obviamente yo ya sentía algo por el, pero no sabia que decir.. bueno y finalmente termine diciendo que si. termine convirtiéndome en la persona mas odiada por el simple hecho de andar con el chico ideal. 

Todo iba de maravilla, era el novio a la antigua, ese que da detalles, que esta contigo, que todos los días te dice y te da el amor que mereces, todos los días me hacia sentir bien, me demostraba todo su amor, ÉL era PERFECTO. 

En una salida, fuimos a la feria de la ciudad, fue maravilloso, yo odio los juegos mecánicos, ,me dan miedo las alturas, el quería que nos subiéramos al martillo, yo muriendo de miedo le dije -no, no me quiero morir, gracias- y me salí de la fila, el corrió tras de mí y me agarro la cara y dijo -cálmate, no dejare que nada te pase-, joder eso me mato, dios como decirle que no a esos perfectos ojos cafés, ya en el juego, lo mire a los ojos, ya no sentía miedo, él me protegía. Cuando bajamos, seguimos caminando y entonces le pregunte ¿Cómo lo haces? y  dijo ¿Qué?, hacer que yo te siga, crear ese sentimiento de protección, de confianza, y el contesto-es sencillo cuando amas a alguien te conviertes en su protector, en su guardián, no quieres que nada le pase ya que si algo le pasara estarías incompleto-. Me despedí de el esperando que fuera como cualquier día, nos despedíamos de beso en la mejilla, pero ese día nada había sido normal, de repente siento como tomo mis mejillas y me acerco hacía él, lo notaron ese nuestro primer beso, yo no lo esperaba en ese momento, pero pasó, sentí algo extraño en mi estomago,  ¡oh por dios! eran esas malditas "mariposas", como pudo pasar, yo había dicho que no me iba a enamorar de nadie...

las dos caras de mi (confusión y perdición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora