Orfanato|L.S|

Bolas de papel.

Las clases pasaban y ahora se encontraban en la menos favorita de todos en aquella institución, bueno, casi todos. Styles era a una persona a la cual le encantaba jugar con los numeros, resolver problemas de matemáticas -los cuales claramente eran más fáciles de resolver que los de su propia vida-

Harry a diferencia de otros días en ésta clase, se encontraba totalmente perdido. Una pequeña bola de papel se encontraba en sus manos, con obviamente algo escrito en el. Llevaba alrededor de 10 minutos pensando en lanzarlo hacia el chico de cabello castaño, finalmente bufando frustrado y susurrando un "A la mierda."  Para ahora lanzar aquella pequeña bola de papel hacia el de pequeña estatura.

Louis

— Vamos, Ni. Ya supera lo de la clase de historia. —

Mencionó Louis ya molesto por como aquel rubio le molestaba por la incomoda situación que había pasado con Styles. Niall no quitaba su sonrisa y mirada divertida, sin embargo rodó sus ojos por las palabras de su amigo.

— Dios, le gustas a Styles. No, no. Le fascinas. —

Antes de que pudieran seguir protestar ante las palabras de aquel rubio, una bola de papel dio contra su cabeza, el castaño con su ceño fruncido tomó aquella bola, observando cada lugar de aquel salón, tratando de averiguar quién había sido, pero nada. Una bola de papel, ¿en serio?, ¿qué eran?, ¿niños de doce o algo así?, inmaduros. Bufó queriendo dejar el asunto a un lado para volver a poner atención a la clase que más se le dificultaba, pero su rubio amigo al parecer pensaba todo lo contrario, tomando de aquella bola y abriendo de ésta. Dejó escapar un jadeo de sorpresa de sus labios y no dudó en cubrir su boca mientras entregaba aquella hoja arrugada ahora al castaño, el cual le miraba totalmente extrañado por su comportamiento, tomando la hoja una de sus cejas se enarcó y sonrió incrédulo, debía ser una jodida broma, una de mal gusto.

''Nos vemos en la azotea, como en los viejos tiempos. Realmente espero que vengas.''

                                                                                                                                         H. xx

—El único e inigualable Harry Styles te quiere ver en la azotea, van a follar fuerte. Oh dios, quisiera ser tú, Louis.—Observaba incrédulo a su amigo, el cual tenía un puchero sobre sus labios.—

—No, Niall. Tú más que nadie sabe que en mi puta vida me volveré a encontrar con Styles.—

—Oh, vamos. No le vas a creer el cuento de que es bi, inclinado más que todo por las tetas. Además, han pasado cuatro años desde aquel estúpido beso entre él y la chica que necesitaba urgentemente arreglarse esa nariz. Y no, no me vengas a decir que eso no quita el hecho de que pasó. Porque tú y yo, no estuvimos ahí y a ti se te hace muy fácil sacar tus propias conclusiones.—El castaño dejó escapar un bufido hundiendo su rostro en sus manos, odiaba que aquel rubio la mayoría del tiempo tuviera la razón.—

—Bien... Tal vez vaya, no lo sé.—

—Oh, claro que lo harás. Tú, yo, Obama y el mundo entero sabemos que lo harás.—Habló con superioridad aquel rubio, dejando a la vista de todos su gran sonrisa, a lo cual el ojiazul tan sólo rodó sus ojos.—