Capítulo 2~ Final

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~No me entierres...
Enfrentaré al enemigo...
¿Así es cómo será?~


Miró a su alrededor tratando de recordar lo sucedido y una sensación de angustia se apodero de él al notar el liquido carmesí sobre el suelo.

Algo lo había golpeado en la cabeza provocandole una herida, no parecía ser profunda pero si lo suficiente para que la sangre escurriera por su frente manchando el piso.

Miró a su alrededor, seguía en el baño de su casa pero el escenario había cambiado bastante. Las paredes estaban muy agrietadas y una parte del techo se había derrumbado hacía el exterior; las ventanas estaban fuera de cuadro y todo dentro del baño estaba destruido.
La estructura se veía muy inestable y Shigeo estaba seguro que se caería de un momento a otro.

Asustado trato de ponerse de pie, pero sus piernas lo traicionaron haciendo que cayera de lado golpeandose el hombro con lo que parecía ser la bañera o al menos lo que quedaba de ella.

~Lo siento tanto
Así es cómo será?

Querida agonía...~

Soltó un gritó que retumbó en toda la casa mientras se sujetaba el hombro con fuerza tratando de minimizar el intenso dolor. -Mierda, por que todo me pasa a mí...- la angustia y la impotencia hicieron acto de presencia llevandolo al borde de las lágrimas. El dolor en su hombro era casi insoportable, estaba seguro que se había dislocado.

Arrastró su delgado cuerpo por la fría superficie de cerámica hasta dar con la pared más cercana y haciendo uso de la poca fuerza que le quedaba recargo la espalda en ella.

Cubrió su rostro con el dorso de su mano tratando de retener las lágrimas que habían comenzado a descender por sus mejillas.

Todo el mundo hubiera gritado pidiendo ayuda, pero él sabía que aunque gritase, nadie se atrevería a acercarse. A veces el miedo podía hacer que las personas se volvieran estúpidas, tanto como para hacer oidos sordos a los problemas que pudiesen ocurrir a su alrededor. Siempre había sido así y no había motivo para que esta vez fuera diferente.

Estaba solo, su casa que era su único refugio, estaba a punto de derrumbarse. Su cuerpo estaba muy debil y el dolor en su hombro era cada vez peor. Ya no tenía ningún lugar a donde ir y aunque saliera de esa situación, sus padres habían dejado de mandarle dinero.

Ya no le quedaba nada...

Estaba cansado de pensar... Estaba cansado de recordar... incluso se había cansado de esperar que algo cambié... Estaba cansado de todo.

Deslizó su mano por la fría superficie en busca de aquello que pusiera fin a todo.

¿Cobarde? Si, muchos podrian tachar de cobardía sus acciones, y es que el esper no creía que nada fuera a cambiar si pedia ayuda y lograba salir de esa situación.

No había nada que lo motivara a seguir y "luchar". No había nadie que lo impulsara a levantarse cada mañana y enfrentar al mundo. Shigeo tenía claro que solo no podría cambiarse así mismo. Por eso no valía la pena seguir. Después de todo estaba solo y aunque saliese de allí, seguiría estandolo.

Sostuvo el trozo de cristal que le parecio el más adecuado para dicha tarea entre sus dedos y una vez lo tubo empuñado,

Querida agonía~ Mob psycho 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora