Yennick
Alyssa Weathers me atraía, bastante. Pero ella sólo parecía fijarse en sus libros. Y vaya que era preciosa. Usaba unos de esos lentes estilo hipster, y ropa demasiado holgada para su cuerpo. Llevaba siempre un libro en la mano y los audífonos puestos, a excepción de cuando estaba en clase. En clase era la mejor.
Tenia un hermoso cabello negro que le caía por los hombros y en la espalda. Y sus ojos eran café oscuro, o eso creo, nunca la había visto de cerca.
Y su piel.... ¡Dios, su piel! Parecía suave y era albina. Sus labios eran rosados, y cuando sonreía se le formaban dos hoyuelos.
– ¡Hey. Yennick! –. Me llamó Ryan, haciéndome volver a la realidad.
La clase ya había empezado. Sacudí la cabeza y miré a la pizarra, donde el profesor explicaba algo sobre ecuaciones y otras cosas.
– ¿Qué hora es? – le pregunté a Ryan. Me mostró su reloj y, justo en ese momento, sonó la campana.
