III

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Todo va de maravilla, aunque sigo sin dinero. Sinceramente las cosas no están pasando como las tenia en mente, pero la estoy pasando bien acá.

Un viaje de más de quince horas te deja muy agotado y hambriento.

Llegue a la finca de mi abuelo, todo es hermoso, kioscos, cabañas, piscina, miles de hectáreas, caballos, y diversos animales. Todo es lindo.
Pero mi atención se dirigió hacia una persona; una joven que salia de la casa me sonrió y se presento ante mi, su nombre es Maria y vive aquí, sólo es una chica de 15 años y muy simpática de echo.
Me hice muy amigo de ella enseguida, demasiado diría yo, me contaba anécdotas de su vida, ¿quién era? ¿de dónde venía? Una chica muy interesante y muy loca por decirlo así, lo único que tenía de santa era su nombre, es una chica muy expresiva, divertida, berraca y sobre todo ninfómana.
Le gustaba tanto que esa misma noche tuvimos sexo en su habitación lo cual fue excitante y placentero.
Al coito me decía que le dolía pero no le importaba pues le gustaba sentir dolor y eso a mi me excitaba, sentir su respiración agitada, sus gemidos en mi oído y sus manos aruñando mi espalda.
Me había puesto muy frenético y no pararía hasta llegar al momento del climax lo cual no pasó, algo nos interrumpió, una serie de ruidos y murmullos venían del otro lado de la puerta lo cual hizo que nos detuvieramos y nos acostaramos a dormir haciendo como si nada pasara.

Al día siguiente parecíamos dos extraños, fue incomodo y no la juzgo, no es normal después de un par de horas de haber conocido a una chico tener sexo en su habitación.
Ella se sentía avergonzada por lo sucedido así que imagine que no me hablaría pero me equivoque, lo tomo con mucha naturalidad y pues yo también así que no había problema; eramos lo bastante maduros y conscientes para saber que hacer y que no.

Los días pasan y todo sigue bien pero no he vuelto a estar con ella de nuevo aunque aveces me dan ganas de tomarla de nuevo y hacerlo de una manera salvaje... Pero la oportunidad no se da y menos ahora que su novio viene todos los días a verla, pobre tipo, me da pesar con él, pero no tengo la culpa. Las cosas pasan por algo.

He salido poco así que no conozco mucho de este pueblo aunque su gente es muy amable y servicial.
No hay nada como la gente de pueblo, son personas cheveres, descomplicadas.
Aquí se respira paz en sus campos y esperanza en cada uno de sus habitantes.

Un lugar muy acogedor pero no era mi objetivo, como lo había dicho antes yo quería más, vivir la vida loca de un explorador, ir de ciudad en ciudad, país en país, continente tras continente y conocer sus riquezas y paisajes naturales, soy muy amante a la ecología y a la naturaleza sobretodo a la biodiversidad marina.

Recorrer el mundo era mi sueño y nada ni nadie podía arruinarlo.
Pero dentro de mi algo no estaba bien.
Me hacían falta mis padres, mi perro, mi ciudad natal.
Fue muy difícil haberlos dejado y eso me tenia muy melancólico. Pero en el fondo sabia que ellos me apoyarían o eso creía yo.
Los días pasan y me voy acostumbrando cada día más a la vida en el campo, es muy tranquila de echo.
Ya casi culmina mi estadía en este lugar, no pensaba demorarme mucho, pues tenia otras ideas y lugares por conocer.

Y pues... Aunque la vida me de muchos tropiezos aun conservo la fe de que algo mejorará para mi. Cada uno tiene su historia y cada uno sabe cuanto le pasa y duele cada una de sus heridas.

Saben... Hay momentos en la vida en las que dudo de mi y pienso que seria mejor dejarlo hasta acá, pero también existen momentos en los que digo: ¡NO ME RENDIRÉ!
Todo se puede lograr y yo lograría cada uno de mis propósitos y mis hazañas serían reconocidas ojalá en todo el mundo. 

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2016 ⏰

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