Importante.
Claro.
Sí realmente fuera importante para ti, vendrías en mi encuentro.
No me dejarías caer.
¿Pero sabes?
Lo único bueno de estar con él es que provoca tus más exquisitas sonrisas, de esas que hacen en mí un vorágine de emociones.
Cada vez que veo ese dulce gesto en tus labios, lo único que quiero es, no besarte, no tenerte en mis brazos. ¡Todo lo contrario!
Estrangularte, cortar tu respiración de manera estoica y jugar un poco contigo aún después de muerta.
