''Mirando desde la azotea de mi casa ...
Un día lluvia do, solapado, casi nublado, sin tiempo alguno en él que no se pondría despejado.
Esta mañana triste, esta relampaguean te fachada, en el que pintaba de amarguras ciertos momentos bellos, que me vislumbraban, y enfadaban sobre mi comportamiento ante la bella dama, de terciopelo, mi musa que incentiva en inspirarme, a revelar mis más ocultos pensamientos, y por trigésima vez cariño vuelvo y te digo de nuevo , que lo siento, en actuar tan incorrecto, lamento que fui un orgulloso, un tonto, que no aprendía a utilizar lo valioso de sus encantos, a una modelo de catalogo, tu mirada me incentiva, a hacer locuras, por ejemplo, caminar descalzo, cantando está bella poesía, por las islas galápagos, conociendo las riquezas que hay en ella, imaginando que conformas una pequeña parte de todas estas islas bellas, siendo el archipiélago.
Constituyente del sistema, tu mirada refleja, lo más maravilloso del ecosistema, soy el naufrago que necesitaría compañía cuándo no la tenga, esperando encontrar algún balón para retratar tu nombre y que pudieses hablarle a este virtuoso hombre, no sientas miedo, de aquel, que ora por ti en las malas y en las buenas, no temas, estoy a pocos días de la noche buena, mi deseo es que aquel que esté contigo, te trate como una princesa bella, y no sea el contigo una bestia.
Si tendría un deseo de hacer algo, crearía y colocaría tu apellido en un lago, que represente lo MAX precioso de tu bondad, sinceridad y humildad al realizar lo, emanando dulzura y ternura cuando alguien quiera visitarlo, sintiendo ser amado. Aunque no entiendas, mi poesía espiritual, soy aquella persona que sólo pueda cuidarte, mujer de cristal.
Lo voy a aceptar, y a enfatizar, aquel momento de salir a cine, fuimos a un deleite de la iglesia que me congrego, a disfrutar, de las bellas adoraciones, que le dedicábamos a mi padre, te aplaudo, todas las canciones te las sabes.
Tu voz era agradable, tenue cómo el sonido de las aves, no podía esperar, besarte cuándo el servicio se terminase, acobardan dome en expresarte cuantas maravillas, mujer sencilla, lo que siento por ti, por miedo a equivocarme. Y no poder decírtelo luego. Antes de bajarme del bus, besé tu mejilla y me dijiste gracias por este día, espero muy pronto verte luego, sonreíste y seguiste derecho, mientras avanzabas, yo me imaginé estando en una época de invierno, tomados de la mano, averiguando cómo era en realidad, un ''Beso Tierno''
