El flash remoto de la cámara ilumina la oscura sala por un segundo. Un pitido, dos pitidos, otro flash. Se enciende y se apaga con la rapidez de una luz de discoteca, rebota en los reflectores y deja a la vista del fotógrafo la figura de la modelo que reta al aparato a capturar su alma.
Preciosa. Perfecta. Dueña de las sombras y las luces, dirige al objetivo una mirada penetrante, otras veces pura como el agua de un arroyo, a veces turbulenta como las aguas bravas de un océano perdido.
Él no puede más que intentar capturar ese segundo de vida, esa expresión que pasa rápida, esa sonrisa que hace brillar la sala más que la luz del flash.
Más, menos exposición. Un ajuste rápido de balance de blancos. Los finos dedos del fotógrafo navegan por los menús de manera intuitiva, cambiando opciones y dándole al disparador.
-Siempre te pones tan serio cuando me fotografías.
-Y tú siempre eres tan inquieta, Krystal.
-Y te encanta -la chica curva los labios rojo intenso en una sonrisa.
Alza los brazos y los estira junto al torso, las piernas, adopta posición de bailarina. La música suena de fondo y ella da dos, tres, vueltas, muñeca rusa en una caja de música de tamaño natural. Sus labios se curvan un poco más, cierra los ojos, baila. Cuatro, cinco, seis vueltas. La falda de gasa vuela, revela piernas delgadas adornadas con medias de rejilla, cae de nuevo sobre la piel al parar.
Guiña un ojo delineado de negro, sonríe, se lleva un dedo a los labios para clamar silencio. La música sigue sonando, la cámara pita y pita capturando segundos efímeros.Movimiento, emoción. No hay cabida para las poses inertes, rostros inexpresivos y posiciones de manual. No. En esa sesión se respira dinamismo, vida, un torbellino de emociones entremezcladas que salen a la luz con cada movimiento de la chica que se transforma en cada ángulo.
Fiera. Dulce. La cámara la capta.
Habrá decenas, cientos de fotografías movidas. Las más enigmáticas. Blanco y negro potenciado por el flash. Colores de neón saturados. Rojo carmín. Verde limón. Estelas de movimientos de brazos y piernas. Grano en la foto, distorsión. Desperfectos para la mayoría de los profesionales de ese campo. La belleza de su trabajo para él.
El fotógrafo desvía la mirada de la pantalla de la cámara. Los focos del techo se encienden. Suena la alarma de fin de sesión. El equipo aplaude y los ayudantes se retiran para atacar la mesa de catering que la empresa ha dejado a disposición.
Yixing desmonta la cámara del trípode y pulsa el botón de previsualización. Krystal se estira y se acerca de puntillas hasta él.
-No sé cómo lo haces, pero siempre me captas de manera especial.
-Es que eres especial -murmura Yixing bajando la cámara. La mira a los ojos y ladea la cabeza.
Una pequeña diosa en forma humana, quiere decirle, pero ya le ha dicho un cumplido y Krystal le ofrece una de esas sonrisas tan preciosas que tiene. La tímida, tan diferente a las que muestra confiada a la cámara. No, Krystal, no. Soojung.
-Eres tan dulce que me va a salir diabetes -se burla ella mordiéndose el labio y desviando la mirada.
Yixing no se pierde el rubor que tiñe las mejillas de la chica a pesar de las capas de maquillaje que le han puesto las estilistas, y que alejan visualmente a la chica que tanto ha llamado su atención desde que posó los ojos en aquella primera sesión de fotos, meses atrás. Esa chica que, sin el maquillaje recargado, brilla por sí misma como una princesa.
ESTÁS LEYENDO
Love between neon lights and flashes » LayStal
FanficPreciosa. Perfecta. Dueña de las sombras y las luces. Crossover con Coolhunter de @YuiHeenim Autor: Wileret Pareja: LayStal [Lay X Krystal Jung] Género: Fluff + Romance Ranking: +16 Reto: One shot hetero / Fluff / Romance