Mi nombre es Elián, tengo 16 años y yo soy una cobarde.
Soy una cobarde porque nunca enfrente a mi padre para que me dejara salir. Soy una cobarde porque tenia el poder y la fuerza, pero por estúpida no sabia usarlo . Soy una cobarde porque todos murieron por mi culpa.
Soy una cobarde desde que nací, mi madre murió para protegerme, entrego todo por mi, porque yo viviera. Fui cobarde por cada lagrima que derrame de pequeña. Fui cobarde por nunca mover un dedo. Fui una cobarde por sentir miedo en las tormentas. Fui una cobarde por llorar en medio de la noche por una pesadilla.
Ahora soy más que nunca una cobarde, porque en vez de pelear me oculte, porque en vez de tener valentía me puse a llorar de desesperación como idiota. Soy una cobarde por huir, soy cobarde porque ahora corro por el bosque con desesperación y una sensación de ahogo en mi pecho, con el corazón a mil por hora.
Perdóname madre, perdóname padre, perdón pueblo de Rubilian, por se una inútil y temerle al poder que corre por cada una de mis venas, por temerle al que mató a todos mis familiares, al que me hizo la infancia más horrenda y llena de soledad que pudiera existir, por temerle a mi propio tío.
Ya no puedo seguir corriendo, mis piernas no dan más, y duras penas puedo ver bajo esta capucha enorme. Me empieza a faltar el aire y el clima helado no ayuda a mis pulmones en nada.
Torpemente esquivo las ramas y raíces de los arboles, sintiendo el frío aire golpeando mi cara congelando mis lagrimas casi por completo. Tenia los ojos nublados aun, no veía muy claro, eso provoco que no viera una raíz que sobresalía de la tierra formado un arco, mi pie se atasco haciendo que cayera en seco sobre la nieve. Me había golpeado muy fuerte, pero no tanto como para perder la razón, aun así, no podía pararme, cualquier esfuerzo que hiciera era en vano, era más débil que una rama seca.
Seguí intentando, pero tan pronto volví a fallar, una presencia nada buena se empieza a sentir por el lugar. Veo como entre los arboles se empezaban a ver una bruma de color negro, como neblina, yo sabia que era, yo sabia de quien eran. Como pude me di la vuelta, y lo vi. Esta fue la primera vez que lo veía cara a cara. ¿Qué si no lo había visto antes?, si, pero a una distancia muy grande, en ese momento yo estaba escondida, tenia 12 años. Estaba encerrada en una alcoba y por la ventana lo pude ver, su aura esta llena de maldad, claro alguien que mato a muchas personas y saco de las cárceles a las criaturas mas temidas no tendrá nada de bueno en su alma. Su cara era de facciones muy fuertes y puntiagudas, nariz y pómulos de igual manera, cabello oscuro, al igual que sus ojos....sus ojos son una clonación perfecta de los míos, no tan grandes ni tan pequeños de un color café muy oscuro. Su ropa era completamente negra, llevaba una tipo toga con capucha y botines.
Empezó a acercarse a paso lento, estaba a punto de que me diera un paro cardíaco- No huyas Elián- su voz era grave, pero no tanto como la de mi padre. Resoplo a modo de desesperación, pero su cara no reflejaba nada. Seguía acercándose cada vez mas y yo como podía me arrastraba en el suelo tratando de alejarme lo suficiente de él y huir.
No te acerques- dije con la voz temblorosa- no me mates por piedad- hable entre sollozos.
Pude ponerme en cuclillas, y cuando ya estaba a punto de echar a correr empiezo a sentir como poco a poco mis pies no tocan el suelo y una sensación de estrangulamiento se apodera de mi. Con desesperación subo mis manos a mi garganta para tratar de pararlo y evitar morir, pero no ayuda en nada. Al ver mi rostro de terror el hizo una sonrisa de lado y suelta una pequeña risa nasal. Pataleo con fuerza pero no logro nada mas que sacar mas aire de mis pulmones.
De pronto, empieza a subir su otra mano y de esta sale la misma bruma negra que la de alrededor, veo como se acerca a una velocidad impresionante y con la misma se encaja en mi pecho. Una luz anaranjada comienza a salir del mismo lugar donde la bruma se encajo y va a dirección a la mano de el- !Mis poderes¡ se los esta llevando, voy a morir- y así pasaría.
Tristemente el único conocimiento que tengo de mi poder , es que si se los lleva alguien que no sea el elegido, mueres, ¿porque? no lo se, pero si se que estaba muriendo porque me sentía cansada y mis parpados empezaban a pesar.
Él seguía arrebatando mis poderes, y yo comencé a llenarme de rabia de pies a cabeza, y algo sucedió. Empecé a notar que el aire y las fuerzas regresaban poco a poco, y como él se quejaba de dolor. Un destello me cegó y sentí como caí al suelo, talle mis ojos para poder verlo y el estaba inconsciente en suelo, los troncos de los arboles de al rededor estaban quemados y se podía ver que de ellos se desprendía humo.
Me levante y corrí, corrí como nunca lo había hecho, veloz y con una esperanza en mi corazón. Yo no moriré, no sin luchar y darlo todo por mi familia y mi pueblo-Nada sera lo mismo- no más debilidad, no más llanto, no más de mi cobardía.
Hola a todos, está es la primera parte de está historia espero y sea de su agrado y me lo hagan saber dando a favoritos y comentando, los capítulos se subirán una vez por semana :3, gracias por leer¡¡¡¡¡ besos
ESTÁS LEYENDO
La legión del Fénix
FantasyDespués de generaciones, los poderes llegaron a ella, ya los tenía, un poder descomunal, que si se usaba para mal acabaría con todo a su paso.... Pero el miedo la controla, su inseguridad no le permite nada...ella es su propia piedra en el camino...