FANDOM: El Caso 34-63

Capitulo 2

Suena el despertador.

Extiendo mi mano para apagarlo, dando un bostezo a la vez que levanto mis puños al aire  me desprendo de las sabanas que cubrían mi rostro. Reviso la hora son las siete de la mañana “Ohh, llegaré tarde”,  me levanto con rapidez y le ordeno a mi MPVoice “Lista de reproducción COMENZANDO EL DIA canción Loud de Mustard Snorkel”, comienza a reproducirse la canción. Me desvisto y me doy una ducha con agua fría “Que bien agua helada”, me cepillo los dientes, me lavo los oídos, luego de revisarme en el espejo voy a mi habitación; saco mi uniforme: camisa blanca manga larga, pantalón azul marino, correa automática, corbata roja con el logo de la institución, y un chaleco plomo oscuro. Busco mis zapatos y al revisar debajo de mi cama encuentro mis zapatillas tipo change, las cojo y me las pruebo “aun me quedan”, activo el botón change, o cambio en español, y ordeno “zapatillas zapatos”, luego del cambio presiono el botón para apagarlo. En la cocina busco Kiwifresh, una marca de cocoa buena para los deportistas, y lo único que encuentro es un jugo de quinua en una lata tipo comprimidor “Me conformo con esto, ¡descompresor, prendido!” el aparato parecido a un microondas enciende su luz, coloco dentro la lata, y luego de dar unos golpes con mis zapatos en el piso escucho el sonido que indicaba “des-compresión lista sa-qué la lata, por favor”. Veo unas tostadas en un plato de loza sobre la mesa, cubiertas de mantequilla derretida acompañadas de mermelada de fresa y una nota, me devoro todo. Alzo mi mochila, mi flauta y el MPVoice, cojo el dinero de mi habitación para pagar mi pasaje. Salgo de mi bloque con dirección al ascensor; esta lleno, bajo las escaleras como un rayo y ya en el primer piso activo los audífonos inalámbricos. No alcancé la combi entonces presiono el botón “zapatos patines”, mientras pasaba por un atajo evitando a todo quien se me cruzaba casi arrollo a una  anciana y derramo el café sobre un sujeto “¡Fíjate chibolo por donde andas! “, doy la vuelta por un callejón formado por las partes posteriores de dos edificios sonde se ven los ladrillos de construcción permitiéndome ver unas fanarts hermosos de The loud house, salgo y cruzo la calle, espero a que pase el transporte al sector Anti. Cuando aparece dejo que avance un poco y me agarro fuertemente de la parte posterior del vehículo. Llego al colegio, en la entrada veo a mis amigos y saludo a cada uno de ellos “buenos días Rosa, Julián, Natalia, Rafa y como no Samantha”, entramos todos y en eso llega Tomás lo saludo nos acompaña, se cierran las puertas y suena la campana avisándonos de la formación. Formamos y cada fila se dirige a su clase dejo mi mochila en el suelo saco mi cuaderno y el multilapicero. Entra el profesor “Buenos días”, al ponernos de pie le respondemos con lo mismo. Rafa a mi derecha me susurra “hiciste el trabajo”. Se me cae el MPVoice.

Durante el recreo mis amigos y yo fuimos al sitio donde tiran los desperdicios de la cafetería, aparentemente Tomás, nuestro experto en tecnología y manufacturador de artilugios personal, tenía una nueva invención.

— Bueno, vigilen de que no se acerque algún intruso – dijo Tomás, se agacha para sacar de su mochila lo que parece ser una especie de brazo mecánico de tamaño reducido – admiren mi nueva creación.

Yo tenia mis dudas al igual que el resto, es decir, un brazo mecánico te lo enseñan en el taller de ingeniería para presentarlo trabajo final y solo tardas medio día en hacerlo si tienes todas la piezas, así que me atreví a preguntar.

— ¿Dime ese brazo mecánico puede traerte objetos distantes usando un agujero de gusano para cumplir su objetivo?
— No, no seas tonto Edgar los agujeros de gusanos solo los usan los servicios de entrega ha domicilio. No, este invento tiene la apariencia de un brazo mecánico pero si lo activas – presiona el botón plateado de la parte posterior.

Se despliegan unos visores donde solía estar la mano mecánica, dando el aspecto de un para de ojos; unos brazos delgados también aparecen y por último unas ruedas donde se encontraba la base de metal. Quedamos atónitos ante semejante aparato, entonces Tomás comienza ha hablar.