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Era papá que habia llegado a casa y estaba hablando con mamá, cada vez subían mas el tono de voz. Mi hermana se despertó primero, luego yo. Comencé a llorar, estaba muy asustada y no entendía nada, ella me tranquilizó un poco, y me dijo que permanezcamos en silencio. Puedo jurar que algo recorría sobre mi cuerpo, no estoy segura de lo que era, sentia que mis padres no eran mis padres. Se me estaba cayendo el mundo, lágrimas cubrian mi rostro, mi corazón cada vez se aceleraba más, queria salir de esas cuatro paredes e ir a abrazarlos, pero algo me decía que no podía hacer eso. Mi familia se iba destruyendo en pocos segundos. Escuchaba gritos y mas gritos, ya no me podía contener, quise taparme los oidos con la almohada pero era inevitable no escucharlos, quise llamar a mamá pero Diana, mi hermana, me detuvo. Me dijo que al dia siguiente todo iba a volver a ser igual que antes, que esto era solo una pesadilla. Me dio un beso y un abrazo fuerte, pude ver como una lágrima salia de sus hermosos ojos.

Pasaron unos minutos y la discusion parecia haber llegado a su fin. No escuchamos nada mas.
Nos recostamos y le pedi que me diera su mano hasta que me quedara dormida, que no me soltara y que nunca me deje sola. Tenia mucho miedo.


Pequeña GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora