Parte 1.

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Después de unas cuantas horas de viaje llegamos a destino. Mis padres habían decidido que nuestras vacaciones serían en Australia, ya que allí se encontraba Whitehaven beach, que según sus amigos, era una de las playas más bellas del mundo.

Mis ganas de vacacionar eran nulas. Apenas bajé del avión quería volver a México donde tenía mis cosas, a mis amigas, a mi familia. Pero al tener solo 17 años mis padres ni muertos me permitirían quedarme 10 días sola en mi casa, en otro continente, a kilómetros de distancia de ellos. Por suerte mi música y mis libros me acompañan a cualquier lugar donde me dirija.

Finalmente llegamos al hotel donde nos alojariamos esos 10 días. Era bastante formal, con una recepción enorme y un olor a rosas que cautivaba. Nos ubicamos en la habitación 110 del piso 6. Por suerte tenía un cuarto solo para mí, así que si me enojaba con mis padres ese sería mi escondite para estar lejos de ellos.

Después de recorrer las tantas instalaciones del hotel nos dirigimos a la famosa playa que vinimos a conocer. Whitehaven beach es una isla que, según me informe, se extiende unos 7 kilómetros a lo largo de Whitsunday island.

La única forma de llegar a la isla era en barco y allí era donde nos encontrabamos. El viaje duró una media hora donde me dediqué a terminar de leer el libro que había comprado unas semanas atrás.

***

Jamás había visto una arena tan blanca como la de aquella isla la cuál bordeaba un mar de agua profundamente turquesa. El paísaje que ofrecía Whitehaven beach era realmente hermoso. El guía turístico nos dejo una hora libre para poder contemplar la isla. Mis padres se encargaron de llamar a sus amigos contándoles como iba todo y yo me ocupé de admirar el mar.

Mientras caminábamos por la playa para mis adentros pensaba que éste sería un lugar ideal para leer. El silencio era lo único que se percibia, sólo se podía escuchar el sonido de las aguas y de los pájaros cantar. Me dediqué a sacar unas cuantas fotografías y a seguir admirando el paísaje. Pasamos unas cuantas horas allí y alrededor de las 7 de la tarde emprendimos el regreso al hotel.

***

Después de una discusión con mis padres y correr por más de 10 minutos, encontré un pequeño muelle donde decidi sentarme. El cielo estaba completamente estrellado y una brisa fresca acompañaba la noche.

Estaba hundida en mis pensamientos cuando escuché una voz masculina, bastante familiar que me devolvió al mundo real.

-¿Vos también venis acá cuando te queres olvidar de todo?

Me di vuelta y allí lo vi: un chico de mediana estatura, no mucho más grande que yo, con cabello castaño alborotado, ojos marrones que cautivaban, pestañas largas y una sonrisa hermosa. Vestía jeans oscuros ajustados, zapatillas converse blancas y una remera blanca. Su cara me resultaba familiar.

-Siendo sincera, es la primera vez que vengo pero no creo que sea la última (sonreímos).

-Entonces probablemente nos veamos más seguido. Me llamo Ruggero, ¿vos?

¿Ruggero? ¿de dónde me resultaba familiar su nombre? ¿su cara? ¿por qué sentía que ya lo había visto en otro lado? no.. no puede ser.. ¿acaso el "extraño" que acabo de conocer es...? ¡AY, NO! Él es.. él es.. ¡ES RUGGERO PASQUARELLI!

-¡Vos sos Ruggero Pasquarelli! ¡no puedo creerlo! Mi primita ama Violetta.

-Me descubriste (rio). Vos sabes quien soy pero yo todavía no sé tu nombre..

-Claro, perdón. Soy Karol. Un gusto. (sonreí)

-Igualmente, Karol.

-¿Y qué haces acá?

-En unos días empieza la gira y con los chicos decidimos tomarnos un descanso antes de su comienzo. Además, necesitaba olvidarme de todo. Es una presión ser parte de Disney Channel. (asenti levemente)

-¿Así que este es tu lugar para olvidarte de todo?

-Algo así. Como podrás ver, no hay nadie, es tranquilo y nadie me reconoce exceptuando por una persona.. (sabía que se refería a mí)

-Perdón. Con mi primita hablandome de vos y de la novela todo el tiempo es difícil no reconocerte. (reí)

-Debe serlo. (río también)

Al cruzar nuestras miradas una extraña sensación me invadió, temblé, o tuve la impresión de aquello al sentir sus ojos perfectos marrones clavados en los míos.

Justo en ese momento sonó mi celular. Mi mamá llamaba para preguntar donde estaba. La atendi de una manera no muy amable y corté la conversación a los pocos segundos.

-Me tengo que ir, mi mamá quiere que vuelva al hotel. Me gusto hablar con vos. Y perdón por descubrir tu lugar secreto.

-Me alegra que lo hayas descubierto. (sonreímos). Espero volver a verte.

Sonreí y él dejo un sentido beso en mi mejilla, de nuevo la misma sensación y en aquel momento sentí que el mundo se paró y que eramos solo él y yo.

Amor de verano (ruggarol)Where stories live. Discover now