Amor de verano (ruggarol)

Parte 2.

DÍAS DESPUÉS..

Tal como lo habíamos arreglado el día anterior, nos encontramos en aquel pequeño muelle dónde comenzó todo.

Al verme llegar se acercó a mi y depositó un dulce beso en mis labios para luego entrelazar nuestras manos y comenzar a caminar.

Subimos al barco que nos llevaría nuevamente a Whitehaven beach. En el transcurso del viaje no paramos de reír y contar anécdotas de cuando eramos pequeños. Felicidad. Lo único que sentía era felicidad. Estar así con él me daba paz. Me hacía bien. Me hacía olvidar de todo.

Al llegar a la pequeña isla nos sacamos algunas fotografías con el bello paísaje detrás. Caminabamos bajo la luz del sol con nuestras manos entrelazadas fuertemente.

***

-¡¿Estás loca, Karol?! ¡¿Cómo vas a hacer semejante cosa?! No solo que saliste con un completo desconocido sin nuestra autorización sino que este "desconocido" es ¡FAMOSO! Y ahora vos estás en todos los canales de televisión por tener un "romance" con él. ¡¿Entendes en el lio que te metiste?!

Mientras escuchaba a mi padre regañarme una y otra vez las lágrimas caían violentamente por mis mejillas.

Hoy por la mañana desperté viendo fotografías mías con Ruggero por todos los canales de televisión. Al aparecer, no nos percatamos que algún paparazzi nos saco varias fotos juntos y nos filmó caminando por la isla. Ruggero habia terminado con su novia hacia pocos días y se corría el rumor de que yo había sido la tercera en discordia. El gran problema se dio cuando se mencionó que Disney no estaba muy contento con todo este asunto. Claro, es un chico Disney.

Mis padres me prohibieron volver a verlo y, obviamente, me castigaron.

***

Estaba acostada en mi cama con mis auriculares puestos derramando alguna que otra lágrima por lo sucedido los dos días anteriores. Mis padres se habían ido a hacer las excursiones ya programas antes del viaje.

Estaba hundida en mis pensamientos, mientras cada vez más, mis mejillas se llenaban de lágrimas.

¿Volvería a ver a Ruggero? ¿le podría decir cuanto lo quería una vez más? ¿podría volver a sentirme protegida en sus brazos? Todas las respuestas conducían a un no rotundo. Hasta que el destino decidió cambiarlas.

Ruggero se encontraba en el balcón del cuarto golpeando el gran ventanal. Al verlo una sonrisa se extendió por mi cara y enseguida me dirigí a abrirle. Ya dentro de la habitación me lancé a sus brazos y él deposito cortos besos en mis labios mientras sus suaves manos secaban mis lágrimas.

-Pensé que no te vería nunca más, ¿qué haces acá? (separándome un poco de él)

-Jamás me iría sin despedirme de vos. (abrazándome nuevamente)

***

-Perdón por todo. Tendría que haber prestado más atención al lugar, no tenía idea que los paparazzis nos seguían. Jamás quise exponerte así y mucho menos verte llorar por mi culpa. Si es necesario puedo hablar con tus padres explicando lo que sucedió..

Lo callé con un corto beso. Estaba sentada sobre mi cama mientras Ruggero no paraba de caminar por todo el cuarto pidiéndome perdón cada dos palabras.

-Sabés que no fue tu culpa (acaricié su rostro). ¿Cómo nos ibamos a imaginar que iba a pasar todo esto? No tenés que preocuparte por absolutamente nada, ya va a pasar. (dije mientras nos sentábamos sobre mi cama)

-Gracias por ser como sos (sonreí) tengo algo para vos.

Y sin decir más, agarró su guitarra y comenzó a entonar las primeras estrófas de una canción.. nuestra canción.