Capítulo I

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Era sábado, un sábado más de aburrimiento encerrada en casa, cuando alguien me envió un mensaje al móvil, era alguien desconocido, de algún grupo de amigos, no lo se en verdad.

*Miguel Donut*
Hola ¿tienes algún plan para hoy?
*Noni*
Ammm no ¿por?
*Miguel Donut*
Tenía pensado ir a Benidorm, por si querias acompañarme.

¿Que decir a ir tan lejos con alguien que no conozco de nada, ni si quiera de vista?

*Noni*
De acuerdo, pero no puedo llegar muy tarde.

Así es, le acababa de decir que si, que iba a acompañar a un completo desconocido a Benidorm que está a kilómetros de mi casa.
Fui rápidamente a ponerme algo de ropa cómoda y a adecentar mi cara con un leve maquillaje que me diera algo de vida.
Bajé y me quedé esperando a que apareciera, y así fue, apareció un chico en una moto, me ofreció un casco, pero, quien era ese chico, era un chico sin rostro, me mataba la curiosidad, y necesitaba ponerle cara.

-¿Podrías quitarte el casco? me gustaria al menos ponerte cara- le dije y se me escapó una leve risa.

-Claro- me contestó apartando el casco de tu cabeza.

Exactamente no era un chico muy atractivo, tenía el cabello rizado de un color castaño oscuro y un rostro poco agraciado, pero bueno había que ir marchandonos.
Subí a la moto con todo el pánico y más, paramos un segundo en la gasolinera, y sin que se diera cuenta fotografié su moto y le mande las fotos de la matrícula a una amiga y los números de teléfono.

*Noni*
Geme, si a las 11 no te mando un mensaje mandaselo a mi madre y diles que fui a Benidorm.
*Nuria Geme*
¿Y a Benidorm para que?
*Noni*
A comprar un cable.
*Nuria Geme*
Ammm vale.

Tras casi una hora llegamos a Benidorm, ya podía dejar de asfixiarle y podía tocar tierra firme con mis pies.
Empezamos a pasear por las tiendas charlando y buscando ese dichoso cable por el que me había pasado cuarenta y cinco minutos sobre una moto.
Tras haberlo comprado y haber debatido sobre cual era mejor nos fuimos hacia un centro comercial, por desgracia estaban las tiendas cerradas, pero eso no nos im0idio sentarnos a hablar.
Realmente era un chico encantador, daba gusto hablar con el y me sentía muy bien a su lado, pero empezó a irse de la boca, comenzó a faltarme el respeto, y yo completamente enfadada le mandé llevarme a casa.
Nada más llegar a casa le mande el mensaje a mi amiga y decidí acostarme y pensar que aquel día solo había sido un sueño, que nada de aquello había ocurrido.

Tras unos días sin saber nada de aquel "hombre" me habló.

*Miguel Donut*
Hola ainhoa ¿que tal?
¿Que vas a hacer esta tarde?

Oh por Dios no podía ser cierto el de nuevo, pero bueno supongo que por aburrimiento o quiza por reírme un rato pero le dije que viniera.

*Noni*
No, he quedado con una amiga mía, si quieres cuando llegue te digo donde.
*Miguel Donut*
Luego te hablo y me lo dices que ahora voy a trabajar.
Un beso, hasta luego.

No sabía si arrepentirme de ello o que hacer la verdad pero bueno.
Subí al pueblo de Javea ya con mi queridisima Nuria mi pequeña Ardillita, la puse ese mote un día que estaba con mi novio, y realmente es tan encantadora como aquel mote, bajita, delgada, ojos castaños, el cabello a juego con sus ojos y unos mofletes que le dan esa carita de niña.
Fuimos a por el resto de amigos y nos fuimos a un pequeño parque al lado de un campo de fútbol, realmente hacia un calor asfixiante y aun faltaba tiempo para que llegará el verano, cuando llegase no se si me moriria o que pasaría.
Entonces me llego el mensaje.

Lo que sus ojos no veian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora