Noche de juegos. Strip póker

1.1K 23 0
                                    

Llegue tarde a casa del trabajo. Estaba muy cansada y eso hacia que estuviera un poco enfadada. Cerré la puerta principal dando un pequeño portazo y tire las llaves a la mesita de la entrada y deje caer el bolso al lado de la puerta. Me dirigí a la puerta que estaba a mi derecha, a la que llevaba al salón y a la cocina y vi que Ian estaba delante de los fogones con una espátula en la mano cocinando algo en la sartén.
"Hola Ian" salude y me dirigí a el.
"Hola cariño" giro la cabeza un poco hacia mi cuando me acerque a el y me dio un beso rápido en los labios "¿estás bien? No tienes buena cara"
"He tenido un dia agotador" respondí. Cogi un trozo de zanahoria que tenía al lado y me apoye en la isla de la cocina.
"Le quedan cinco minutos a la comida. ¿Por que no vas al salón, te sientas en el sillón y me esperas mientras termino y luego me cuentas que ha pasado mientras cenamos?" sugirio Ian mirándome con una sonrisa. Le di un beso en el cuello e hice lo que me dijo.
Unos pocos minutos después Ian vino con una bandeja con dos platos con pisto, dos vasos y cubiertos para los dos. Dejo la bandeja en la mesa de madera que está enfrente del sofá y se sentó a mi lado. Cogi uno de los platos y me apoye en el hombro de Ian.
"Cuéntame" dijo él rompiendo el silencio.
"Lo primero, tenía que estar a las 8:30 pero no se que me pasó que llegue a las 8 asi que estuve un buen rato esperando, porque además la gente no llega puntual. Toda la mañana bien, aunque hemos tenido que grabar muy rápido porque teníamos que hacer varias escenas porque íbamos con retraso. Pero por la tarde estábamos todas cansadas, Marlene estaba medio enfadada, hemos tenido que repetir una escena como veinte veces porque no salía bien, luego ha pasado algo con una de las cámaras y hemos tenido que esperar" me quejé hablando rápido. Ian soltó una pequeña risita y me acaricio la espalda "me das envidia" dije mirándole "tu casi nunca tienes que pegarte estas matadas en el set"
"Pero en cambio estoy aquí echándote de menos" dijo dándome un beso en la comisura de los labios. Sonreí y gire La cabeza para unir nuestras bocas. Me deje caer encima de él poniendo parte de mi peso en su pecho y le besé con mas ganas.
"He echado de menos durante todo el dia poder besarte siempre que quiero" susurre separándome de el. Ian sonrío y me dio un besito en la nariz.
"Dime" dijo cogiendo mi mano "¿estás demasiado cansada y quieres irte a dormir ya o tienes aun un poco de fuerzas para hacer algo juntos?" Pregunto con una sonrisa seductora.
"Estoy demasiado cansada..." mentí pero con una sonrisa y el enseguida supo mi engaño.
"Respuesta incorrecta" dijo siguiéndome el juego y tiro de mi hacia él, me abrazo por la cintura y me besó tiernamente en los labios. Mordió suavemente mi labio inferior y eso hizo que soltara un pequeño gemido.
"Pero..." dije separándome del beso aunque aún seguía presionada contra Ian por su abrazo "aún tengo fuerzas para hacer algo contigo" él sonrió y acerco su cara a la mia pero en vez de besarme en la boca llevo sus labios a mi cuello y dio pequeños besos en él. Como mi chaqueta le estorbaba procedió a quitármela pero yo le interrumpí "no. Vamos a hacer algo juntos. Pero no lo que tu te crees"le guiñe el ojo y quite sus brazos de mi alrededor. Me levante y me arrodille enfrente de la mesa, pero al otro lado de esta para mirarle de frente. Abrí un pequeño cajón que había debajo de la mesa y saque una baraja de cartas.
"Debes de estar bromeando ¿verdad?" Pregunto Ian levantando las cejas incrédulos. Yo negué firmemente con la cabeza y el se dio cuenta de que iba en serio "yo me refería a otra clase de diversión juntos. Y ademas, sabes que soy malísimo jugando a las cartas"
"Sé a que te referías, pero esto es más interesante. Vamos a jugar al póker" Ian cambio la expresión de su cara y curvo un poco sus labios hacia arriba "al strip póker"
"Sigue hablando"
"Ya sabes las reglas. El que pierda se quita una prenda de ropa. Así nuestra excitacion y nuestras ganas van aumentado gradualmente" dije mientras barajaba las cartas.
"¿Ya sabes quien va a perder verdad?" Preguntó riéndose.
"Bueno mejor para mi. No es mi culpa que seas tan malo" me reí de él e Ian hizo un puchero. A mi me habia enseñado a jugar mi cuñado una vez que fui a Memphis a visitar a mi familia hace bastantes años, y siempre que iba él me enseñaba nuevos trucos hasta que aprendí a jugar bien. Me dijo que algún día podría servirme, cosa en la que ahora mismo estoy de acuerdo. Termine de repartir y mire a Ian con una sonrisa.
"Para que no te sientas en desventaja me quitare una prenda" dije levantándome y con un poco de dificultad me saque el sujetador, se lo mostré y lo tire al suelo lentamente. El gruño y me miro con una mirada lasciva "empiezas tú. ¿Cuántas cartas quieres?" Pregunte empezando el juego.
Las dos primeras partidas las perdió él y se tuvo que quitar los calcetines, ya que los zapatos no los llevaba puestos, y el cinturón. A la siguiente le deje ganar y me quité la cazadora. Continuamos jugando prácticamente en silencio, se notaba la tensión sexual que habia en la habitación y yo no podía evitar excitarme, notando que la fina tela del tanga se me iba mojando. Tambien era visible en el bulto en los pantalones de Ian. El juego continuó en silencio a la vez que las prendas de ropa iban desapareciendo y acababan en una montañita a nuestro lado. Llegado el momento el solo llevaba puestos los bóxers y yo el tanga y la camiseta, que por suerte era larga y me tapaba hasta justo debajo del culo. La siguiente partida la perdí yo, me puse de rodillas y me deslicé el tanga por las piernas, intentando no levantarme la camiseta para no darle a Ian la satisfacción de verme. Sonreí con una sonrisa maliciosa y me incliné a recoger las cartas.
"¿Estás preparado para lo que viene luego?" Pregunté con voz melosa.
"Llevo preparado desde que llegaste a casa. Así que calla, reparte y juguemos" gruñó él frunciendo el ceño. Repartí y empezamos a intercambiar las cartas hasta que él las dejó sobre la mesa con una sonrisa triunfadora "trío de nueves"
Abrí mucho los ojos impresionada y me incliné para mirarlas, pero luego una sonrisa apareció en mi cara "Póker de cuatros. Cariño, has perdido" dije dejando yo tambien las cartas sobre la mesa. Gateé por el suelo hacia el sofá y me puse de rodillas delante de él. Pasé mis manos por sus muslos y las moví hacia arriba, a la gomilla de los bóxers. Lentamente fui metiendo las manos por dentro mientras poco a poco se iban bajando. Mis manos fueron moviéndose hacia su polla y empecé a masajearla sin dejar de mirarle a los ojos.
"Soy yo quien ha perdido" susurró después de un rato, poniendo una mano sobre la mía para detenerme "debería de complacerte yo" sin esperar mi respuesta tiró de mi hacia él, agarró mis caderas y me colocó encima suyo, sentándome a horacajadas. Acercó nuestros labios en un beso y sin previo aviso metió su lengua en mi boca. Mis manos fueron a su nuca y entrelacé mis dedos en su pelo. Sus manos bajaron hacia mis muslos, se metieron debajo de la camiseta, levantándola un poco, y las depositó en mi culo, estrujandolo.
"Mmm" gemí "podría pasarme toda la vida asi" susurré separándome de él.
"Yo también" dijo volviendo a acortar los centímetros que había entre nosotros. Mientras nuestros besos se intensificaban las manos de Ian fueron subiendo por mi espalda, arrastrando la camiseta con ellas, hasta que llegó a mi cuello y me ayudó a sacármela, tirándola luego hacia atrás. Sus manos volvieron a bajar a mi culo mientras que sus labios fueron a mi pecho, dándome besos en el valle de mis pechos. Me arqueé hacia atrás abriendo ligeramente la boca, dejando escapar pequeños gemidos. Llevé una mano a la parte posterior de la cabeza de Ian y la acerqué más a mi, de modo que no pudiera parar. Ian movió su cabeza para concentrarse en mi teta izquierda. Dio pequeños besos alrededor del pezón hasta que lo metió en su boca y empezó primero a mordisquearlo, haciendo que se pusiera más duro y luego a succionarlo. Movió una de sus manos a mi otra teta para también darle trabajo y empezó a acariciarla y a estrujarla. Apretaba con dos dedos el pezón y lo movía, acompañando el movimiento de su boca "Ian" susurré. Pude notar como sonreía y levantó su cabeza para acercar nuestros labios en un beso. Puso una mano en la mitad de mi espalda y lentamente me fue depositando a lo largo del sofá hasta que acabé completamente tumbada. Él quedó encima mío, menos mal que el sofá era ancho y los dos cabíamos con facilidad. "No es justo que sea siempre yo la primera que acaba sin ropa. Y encima cuando has perdido tú" protesté haciendo un puchero.
"Sabes que te encanta" murmuró con una voz muy sexy antes de darme un apasionado beso. Yo continué con el beso a la vez que alargaba el brazo para sacarle los bóxers de una maldita vez, que no hacían más que estorbar, pero mi brazo era demasiado corto y no conseguía hacer nada así que intente ayudarme de los pies, medio envolviendo las piernas a su alrededor. "Lucy. Para. Ya lo hago yo" dijo por fin Ian apartándose de mi medio riéndose. Se los sacó y su gran miembro salto hacia adelante, por fin liberado "y ahora estate quieta y deja que te haga el amor" susurró volviendo a tumbarse encima mio, Pero esta vez poniendo su cabeza entre mis piernas. Fue dando besos desde mi rodilla yendo hacia arriba, por los muslos y lentamente fue abriéndose paso por el interior de los muslos hasta mi entrepierna, acompañado de sus manos que me iban acariciando allí donde iban sus besos. "¿Ya estás tan mojada para mi?" Dijo con una sonrisita y pasando un dedo por mi raja, llenándosele de mis jugos. Yo en respuesta gemí, sintiendo como mi coño palpitaba de placer y eso que aún ni había empezado a tocarme en condiciones. Pero no se hizo de rogar. Pronto sentí unos pequeños besos en el borde de los labios para luego sentir su lengua lamiéndome el clitoris. Solté un gemido de placer al sentir este nuevo contacto. Su lengua dio paso a sus dientes que no se quedaron quietos y empezó a dar pequeños y suaves mordiscos. La lengua se movió y se coló por el agujero de mi coño, que estaba empapado. Acompañándola, metió tres dedos dentro mío y empezó a meterlos y a sacarlos de seguido.
Yo no podía más "Oh Ian" eclamé en extasis. Él comprendió que estaba a punto de correrme y añadió un dedo, que empezó a moverse más rápido en compañía de los otros y la lengua. Unos pocos segundos después me corrí en la boca de Ian, noté como algo líquido corría por el muslo y él enseguida lo limpió. Continuó chupandome el clitoris para limpiarlo del todo mientras yo respiraba fuertemente intentando coger un poco de aire. Al terminar se chupo esos dedos que habían estado dentro mío para dejarlos también sin ningún rastro y incorporó y se puso a mi altura, besándome en los labios, metiendo su lengua en mi boca y dejándome probar mi sabor.
"¿Estas lista cariño?" Preguntó separándose de mí y empezó a frotar su pene en mi vagina.
"Sabes que si" susurre envolviendo mis piernas alrededor de el e hice que nuestros cuerpos rodarán para quedar yo encima de él. Me senté en sus piernas, alinee mi entrada con su polla y lentamente fui bajando mi cuerpo hasta que el quedó enterrado dentro mío. Cuando tuve todo su miembro dentro mío lance en un pequeño gemido, apoye mis manos en su pecho y empecé a moverme. Al principio lento pero al poco rato empecé a incrementar la velocidad. Me movía de arriba abajo, cabalgándole, mientras sus manos estaban en mis tetas acariciandolas y estrujandolas. Volví a pausar la velocidad y me tumbe encima de él, moviéndome lentamente, mientras empecé a darle pequeños y suaves besos.
Después de un rato así, moviéndonos lentamente, entre gemidos, Ian notó que yo estaba casi al límite, así que me dio la vuelta para volver a ponerse encima mio.
"Ian" gemí a punto de correrme. Él en respuesta comenzó a moverse más rápido y puso una mano entre nosotros, en mi clítoris, y empezó a masturbarlo. Mis gritos empezaron a subir de nivel y mis uñas estaban clavadas en la espalda de Ian, dejándole marcas rojas "no puedo más" murmuré "me voy a correr"
"Hazlo Luce. Córrete" Después de unas cuantas embestidas más unas convulsiones recorrieron mi cuerpo y me corrí. Ian no duró mucho mas y acabo dentro de mi con un fuerte gruñido. Se apoyó a mi lado, rodeándome con su brazo, aun dentro de mi. Pasamos así un rato, entre jadeos, hasta que nos recuperamos. Él salió de mi y me apretó contra él, apoyando su barbilla en mi cabeza.
"Estoy muy cansada" susurré hablando contra su pecho.
"Duérmete cariño. Descansa" me dio un beso en la coronilla y con sus dedos empezó a recorrerme la espalda, con un cosquilleo y lentamente me fui quedando dormida, tumbada en el sofá, con mi Ian abrazándome.

Lo que nunca se vioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora