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5... 5 años han pasado desde que karma perdió al amor de su vida, pero a cambio recibió a un pequeño e increíble bebé, el pelirrojo logró salir adelante, a duras penas pero lo logró, ahora tiene un buen trabajo y le da un buena vida a su hijo.
Y con eso vino un cambio de atmósfera, tuvo que llevar a su pequeño a vivir en otra casa ya que al estar creciendo tan rápido necesitaba un lugar más grande, pero en esos instantes se encontraba en su vieja casa.
La casa que compartió  con su amado esposo.
Estar ahí le traía recuerdos tanto tristes como alegres, pero no tenía el valor de volver a entrar, tenía miedo de que al estar ahí las lágrimas brotaran sin cesar pero tenia que entrar, tenía que sacar las pequeñas cosas que dejó ahí dentro.

El que lo viera en esos momentos no creería que el gran akabane karma uno de los mejores asesinos de la clase E se encontraba con el corazón a mil sólo por unos recuerdos, pero igual el que lo conociera sabría que tiene razón de estar así...
Con un gran respiro y con un poco de valentía que en esos momentos asomó, entró a la casa sin vacilar, se encontraba vacía tal y como la dejó.

-deja de tener esa loca idea- se dijo a sí mismo- el no esta aquí.

Aunque el tiempo haya pasado la pérdida de Nagisa aun le dolía le costaba aceptarlo pero el sabía que tenía que hacerlo.

A paso lento camino por el pasillo central, pasando una mano por las paredes, con cada toque un recuerdo regresaba, lo destrosaba, se dirigió a la sala de estar, mirando el espacio vacío sólo habían unos cuantos libros y una caja de cartón donde los guardaba.

Una leve sonrisa apareció en su rostro al recordar algunas cosas que pasaron en ese mismo lugar.
Cuando Nagisa dormía en el sofá por esperarlo hasta  altas horas de la noche, las veces que se ponían a juguetear en sus tiempos libres y reían sin parar, al igual que cuando se enteró que iba a ser padre...
Estaba en shock mientras miraba a Nagisa con la prueba de embarazo en la mano marcando positivo, la felicidad de ese momento lo invadió que casi gritaba de felicidad,  mientras lo tomaba en brazos y la habitación se llenaban de besos y risillas.

Una lágrima rodó por su mejilla, eran tantos hermosos recuerdos, y habían tantos que queria crear cuando su pequeño naciera, pero por azares del destino para tener a uno, perdió a otro...

-sólo tranquilizante- susurro mientras limpiaba su cara y se dirigía hacia la caja, la última caja y no volvería jamás.

Sentándose en el suelo observando los libros viendo las portadas sonriendo suavemente, eran cuentos infantiles, cuentos que el había comprado para su hijo, levantó uno con el fin de guardarlo pero de este cayeron unas cuántas fotos, karma miró las fotos algo extrañado, no recordaba haberlas puesto ahí, las observó detenidamente y sonrió, eran las fotos de su boda,
Unas hermosas fotografías donde capturan la esensia de momento y la alegría que emanaba de los dos, sus compañeras de clases convencieron a nagisa de que llevará un vestido blanco con detalles azul celeste mientras que el pelirrojo lusia un elegante traje negro con una
corbata rojo vino que fue un regalo de su ex profesora Irina.

-fue un hermoso día eh, nagisa?- preguntó al aire con una sonrisa mientras observaba esas fotos y las guardaba en el libro de su hijo, al parecer el pequeño las encontró y las dejó ahí.

Terminó de acomodar la caja con el resto de sus pertenencias, pero escucho la puerta abrirse, lo que fue raro ya que al entrar la cerró, estaba por levantarse para averiguar el porque cuando escucho unos pequeños pasos que corrían deprisa hacia donde el estaba, encontró su respuesta al instante cuando vio entrar a la sala de estar esa pequeña personita de cabellera roja, ojos celestes y un hermoso uniforme del kinder garden donde asistía, sin olvidar la pequeña mochila en forma de oso que le encantaba al menor.

-papá!~- exclamó el pequeño al ver a karma mientras corría a abrazarlo.

-Hola pequeña pulga- dijo sonriente karma mientras tomaba a su hijo en brazos y caían los dos al suelo entre risas- te portaste bien?- preguntó el pelirrojo mayor mientras veía a su hijo.

-si!~- contestó al instante- Niichan me compro helado de fresa~- reveló el menor mientras su padre se levantaba con el en brazos.

-eso era un secreto, pequeño- karma miró al dueño de esa voz quien entraba a la sala de estar junto con ellos.

-gracias por ir a buscarlo a la escuela, asano- dijo karma mientras miraba que  el menor se acercaba.

-no tienes que agradecer karma- respondió asano mientras le hacía gestos graciosos al pelirrojo menor el cual reía.

-papá, Niichan compró el almuerzo- dijo el akabane menor mientras jalaba levemente la camisa de su padre.

-y de nuevo no tenias que hacerlo- karma miro a su contrario mientras que asano levantaba la bolsa donde tenia las compras.

-solo es un favor, después me darás algo a cambio- se burlo el de cabello naranja.

karma bajo a su pequeño y levanto la caja del suelo dándole a entender a su contrario que ya era tiempo de irse, asano tomo la mano del pequeño akabane y se dirigió a la puerta del lugar mientras que karma los seguía desde atrás.

al salir de aquel lugar tanto asano como karma se sorprendieron al ver que el pequeño akabane se detenía mirando el interior de nuevo, pero lo que mas le sorprendió fue que con una sonrisa y una voz tan inocente dijo.

-hasta luego mamá- asano pudo sentir como karma se ensaña, el pequeño cerro la puerta y camino hacia los dos adultos acompañantes.

-pequeño...- fue lo único que pudo decir karma mientras veía la sonrisa angelical del más pequeño, asano tomó al menor en brazos y caminaron al auto de el de cabello naranja.

-cuando lleguemos más te vale no entrar a la cocina karma o la harás explotar- bromeó asano para distraer al pelirrojo el cual sólo soltó una risa burlona.

-oh no aceptas que cocino mejor que tu- respondió karma.

-la comida de Papa hace que me duela el estomago- ok el pequeño akabane no ayudó en nada.

-yo gano karma- sonrió triunfante el de cabello naranja mientras metía al menor al auto.

de camino a la casa de karma sólo se escucharon risas burlonas y alguno que otro comentario de lo competitivos que son, es desconcertante que los dos "enemigos" ahora son buenos amigos, eso es un gran avance.

Hasta se podría decir que es un nuevo inicio..

lullaby [karmagisa one-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora